Mostrando entradas con la etiqueta jardín. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta jardín. Mostrar todas las entradas

lunes, 2 de agosto de 2021

FALTÓ EL 25

 

Erase  una vez un jardín florido, lleno por supuesto de flores multicolores y hermosos y sabrosos frutos tropicales, donde vivía un hombre de cálida sonrisa, voz suave y caminar lento, pero seguro; era Mauricio, El Encantado, de las tranquilas y transparentes y tranquilas aguas del río Tuy.  


Un día, un aciago y triste día, estaba el Señor Tiempo cansado del transcurrir de las horas del almanaque, se le olvidó marcar la Navidad; los duendecillos del jardín al revisar el almanaque, se llenaron de tristeza porque no recibirían ningún regalo de la fértil tierra y decidieron no recolectar gotas de rocío, ni regar más el jardín ni las flores, se adormecieron sus hojas, se tornaron amarillas y el tiempo las secó. 


Pero Mauricio, notó lo que estaba pasando y habló con el sol: -Sol, sol, dime qué pasa en mi jardín?. Los duendecillos ya no trabajan con alegría, la tierra está árida, no dá frutos, ni hermosas flores; el sol le responde: -Mauricio, viejo amigo, sabes que el mes de diciembre es un mes donde mis rayos son muy bondadosos con la tierra, porque en este mes nació el Rey del Universo: Jesús.

Mauricio, se dirigió a la luna y ella entre arrumacos y mimos le dice: No, no, Mauricio, yo no sé qué pasa con tu jardín, mis noches son claras llenas de estrellas, además me estoy preparando para el día más hermoso del año, celebrar el nacimiento del niño Jesús. Mauricio se sienta en una solitaria roca a contemplar el jugueteo de las sardinas, y entre risas y saltos una de ellas le dice a las otras

 -Ay hermanita, Mauricio no sabe que el señor Tiempo, es tan viejo, pero tan viejo, cuando ya no sabe ni los días que vive. Y se saltó el 25 de diciembre, se le olvidó esta fecha en el calendario, ya no se puede hacer nada, tenemos que esperar hasta el año que viene. -Bueno, hermana para todo hay una solución, si el Tiempo se duerme el 24, Mauricio puede, con cantos de aguinaldos, fiestas, juguetes, celebración en familia, alegría y demostraciones de amor, que ese día reine la paz, mucha paz y armonía en el mundo, que nadie se de cuenta que esa noche desapareció, que sea una noche de paz, noche de amor.

Mauricio oye la conversación y se acerca al Tiempo, ya viejo y le dice: -Amigo Tiempo, cómo estás? _Mauricio, ¡qué pregunta! triste y cansado. _No amigo tiempo, vamos a conversar  sobre tiempos pasados, aquí tengo una carterita de aguardiente, perdón una botella de vino, vamos, vamos a disfrutarla...beba..beba..amigo Tiempo; y así el Tiempo se fue durmiendo, soñaba con tiempos mejores y Mauricio corrió hacia el jardín, por las calles, las  casas, familias, todos, todos celebraron con alegría, furruco, charrasca, cuatro, arpa, maracas, la llegada del nacer   de un nuevo mundo de paz y de amor. Y así ni el Tiempo notó la falta del 25 de diciembre.