Urimare era una princesa valiente y bellísima, a quien le llamaban la reina de los indígenas Chaimas, quienes estaban convencidos de que los espíritus de sus antepasados habitaban en el fondo de la cueva del Guácharo, decían que ellos se apoderaban de la vida de todo aquel que osara penetrar en esa oscuridad, que contaban que estaba encantada con los gritos dolorosos y quejumbrosos de sus antepasados fallecidos, decían también que la palabra Guácharo significaba en su tierra el que llora y se lamenta; por ello la reina Urimare se convirtió en la defensora de las cuevas del Guácharo, en contra de los conquistadores, por lo tanto ella nunca se permitió entrar para no obstaculizar el descanso de sus antepasados, para ello constantemente organizaba a sus guerreros a la entrada de la cueva, les lanzaba un discurso para que prometieran que ellos debían defender y jurar delante de sus antepasados contra los invasores blancos.
Pero resulta que un día, estaba ella apostada en la entrada de la cueva cuando observó que los dos soldados blancos que ellos habían perseguido, hasta el fondo de la cueva, venían tranquilamente, después de permanecer escondidos, vivos y sin miedo, por lo que Urimare desconcertada, se deprimió de tal manera que parecía que se estuviera secando de tristeza, hasta que en una de las batallas fue apresada, llevada a Cumaná y ahorcada.
Con esta muerta su influencia no decayó, antes bien se inició un culto y se le dispuso de magia por todas las generaciones posteriores, con el nombre de Reina del Guácharo, Soberana de los Chaimas y sus descendientes, Princesa Urimare. Es venerada hoy día por muchos campesinos del estado Monagas, tanto así que preside la Corte Celestial en los altares de sus devotos, junto a los indígenas maturín, Iguanaina, Taupocán, Guarapiche y Anana.
Del libro monagas y su saber tradicional.
