Ingresé a la planilla y me sentía bien por el sueldo, me tocaba colocar lineas de cajitas de fósforos en cajas de metal como de medio metro, y todo rápidamente porque la máquina no podía parar, debía ensamblar las cajitas, revisar que cada una tuviera suficientes fósforos, bajarlos de la máquina y primeramente tomar un cuadrado con palitos y colocarlos en la máquina para que llenara las cajitas; (nada de eso se entiende, nada más los que trabajaron en eso) en fin un proceso de rapidez manual, y yo lo cumplía, el sueldo me gratificaba, además obtenía primas por hacer más producción.
Hice pocas amistades, el trabajo era hasta las cinco de la tarde e iba llegando a mi casa cerca de las seis, pero me inscribí en un curso de computación IBM, que no tiene nada que ver con la computación que conocemos, porque era con perforación de tarjetas, y después lectura de tarjetas. Nada que ver.
Una de las personas con las que yo hablaba era un joven militar que llevaba en su espalda un arma, qué sé yo, una ametralladora, un fusil, una pistola, no sé qué era, pero ridículamente le pregunté por el arma, qué era, cómo disparaba, dónde se disparaba, y él me respondía todo lo que yo, inocentemente le sonsacaba.
Pero eso no quedó allí, estábamos en el gobierno del señor Rómulo Betancourt, de Acción Democrática, el cual fue un hombre represivo, que empleó la violencia peor que el propio Pérez Jiménez, a sólo cuatro meses de estar gobernando, reprimió una manifestación de desempleados a dos cuadras de la Plaza Bolívar, en Caracas, con saldo de cuatro muertos y una decena de heridos”, el pueblo no pensaba soportar un nuevo régimen, dijo el excapitán de corbeta Víctor Hugo Morales; Betancourt decía: "disparen primero y averiguen después" perdió el apoyo del pueblo porque pretendía imponer políticas diseñadas por Gobiernos foráneos : USA, las cuales más que beneficiar al pueblo dictaban una imposición de mando. Aquí te dejo la información:
Continuamos, el joven militar me delató como "guerrillera" y las autoridades represivas de ese gobierno (1962) fueron a donde yo vivía, en ese tiempo mi padrino nos había cedido una parte de la casa que era larguísima, nosotras ocupamos la parte de atrás, con las mismas comodidades, cocina, baño, habitación, lavandero y patio con plantas, pero las autoridades le revisaron la casa fue a mi padrino, buscando armas y papeles y folletos revolucionarios, le preguntaban que dónde dormía yo para urgar en mi colchón, tiraron todo al piso y requisaron todo, mi padrino se les arrodilló y les suplicó por favor, quién sabe qué. Total que se fueron, porque sencillamente la casa carecía de las cosas que ellos buscaban.
Mi mamá se fue hasta la academia donde yo estudiaba y toda llorosa me contó lo que había pasado, yo estaba muy avergonzada con mi padrino por haberlo metido en semejante problema.
Por eso y otras actuaciones de mis compañeros de trabajo, la forma de hablar, de ser, no concordaban con la mía y decidí salir de esa empresa.
Un día estábamos en la casa de mi padrino, sentadas en la sala, leyendo, y mi mamá me enseña el periódico Ultimas Noticias, y en una página se encuentra la foto de un soldado venezolano, cuyo nombre y apellido mi mamá conocía muy bien, había sido enviado a la frontera, a pelear con la guerrilla y había sido vilmente a se si na do. Me quedé asombrada al ver su rostro en la hoja y pensé: Pagó con su vida su calumnia.
Punto Final sentí alivio.
