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domingo, 12 de septiembre de 2021

EL CARACAZO. CAP I

El país no podía digerir el "Paquetazo" de Carlos Andrés Pérez, esa suerte de "coctel" molotov contra los más pobres que supuso la liberación de las tasas de interés activas y pasivas, la liberación de los precios de todos los productos a excepción de dieciocho renglones de la cesta básica, el anuncio de las tarifas de servicios públicos, como telefonía, agua potable, electricidad, y gas doméstico, y como si fuera poco la subida en 100% de los precios de la gasolina.

 Las mismas fórmulas que veinte años después, el Fondo Monetario Internacional (FMI) creado en el marco del pacto Bretton-Woods, tras la II Guerra Mundial, todavía no cambia y pretende aplicar a tabla rasa a cuantos soliciten sus "servicios". Precisamente, fue el incremento del combustible el que encendió la mecha. en medio de una semana, del 22 al 24 de febrero de 1989, caracterizada por violentos disturbios estudiantiles en escala nacional, el amanecer en Caracas aquel 27 no permitía presagiar  que ocurriera algo.

La Policía Metropolitana se preparaba para otro enfrentamiento con los estudiantes en las adyacencias de la Ciudad Universitaria. Pero todo comenzó sin guión, sin liderazgos, en Guarenas, ajeno al plan de los estudiantes. Se inicia una protesta en un transporte interurbano de pasajeros, sorprendidos por el alza de las tarifas como consecuencia del precio de la gasolina, ejecutado entre  el viernes y el sábado. 

La protesta se convierte en enfrentamiento con la PM, durante la cual no sólo se agredió a las unidades de transporte, sino que el pueblo enardecido se lanzó sobre las tiendas de un centro comercial, rompiendo vidrieras e iniciando un saqueo.

Todo había comenzado.....

Preso de la miopía de los dirigentes confiados en su capital político y tras la "coronación" del 2 de febrero de 1989, cuando los ojos del mundo se posaron sobre una fastuosa toma de posesión en el teatro Teresa Carreño, Carlos Andrés Pérez nunca imaginó que la receta neoliberal del FMI aderezada por uno de sus "Chicago Boys" Moisés Naim, pasaría con cierta amargura, pero a la mitad de su período empezaría a recoger los frutos de trasladar el peso de la deuda a los  más pobres.

Nada más lejos de lo que se vendría...

La economía venezolana se había vuelto pedazos , a partir del endeudamiento del país, después del boom petrolero de los 70. A partir de ese momento comenzó una caída paulatina, a medida que el Estado Venezolano recortaba el gasto público para poder pagar la deuda externa.

 En 1983 se devaluó la moneda y a partir de entonces las políticas económicas de los gobiernos Campins y Lusinchi no fueron capaces de frenar las espirales inflacionarias. 

Con las imágenes todavía frescas de cómo Pérez maquillaba el fracaso del "puntofijismo" con su coronación, las protestas de Guarenas y los estudiantes se multiplicaron por medio país:

Valencia, Maracay, Mérida, Barcelona, ya eran foco abiertos  a media mañana del 27 de febrero.

Después de la "coronación".....

Tomado de PDVSA, publicación editada e impresa en los talleres del Diario Panorama. Maracaibo-Zulia

miércoles, 9 de junio de 2021

BUENO..GANÉ LA LOTERÍA


 Hace un buen tiempo, recuerdo que gané la lotería, llegué un día del trabajo, cansada de mi faena diaria, creo que trabajaba en Súcuta, puse mis libros en la mesa y me dispuse a descansar un rato, pero recordé que había comprado un loto-quiz y debía revisarlo, en ese momento creo que gasté 30 bolívares en la papeleta, me senté, lo busqué entre mis libros, puse la radio y esperé hasta que el locutor anunciara  los números ganadores; para ese tiempo, el loto era un boom, todo el mundo compraba y ganaba, había de todo tipo, de todos los animales; animal con el que uno soñara, ese animal salía premiado, se ganaba poquito y mucho, era una verdadera ayuda familiar; la gente hacía colas para pedir en secreto los animales que tenía en su lista ganadora. Así que ese día me decidí a jugar oyendo a los jugadores  y  ganadores empedernidos que no dejaban de jugar todos los días, en la mañana, en la noche, al mediodía, seguro que era desayuno, almuerzo, cena y merienda.

Pues, conseguí mi papeleta y me dispuse a esperar que el locutor dijera los números ganadores, y empezó: 1, 3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, 18, 21.

Yo estaba sola en ese momento y repetí: 1-3-5-7-9-11-13-15-18-21   

Volví a repetir: 1-3-5-7-9-11-13-15-18-21 

Y repetí: 1-3-5-7-9-11-13-15-18-21- 

Me levanté del mueble, caminé, corrí, abracé la columna y le decía gané, gané. No nada más abrazaba la columna, jugaba, le daba la vuelta alrededor; mi corazón estaba bombeando muy fuerte, qué iba a hacer con ese dinero, compraría comida por supuesto y si me sobraba, trataría de que fuera así, me compraría unas pinturas de uña.



Así que me cambié de ropa después de refrescarme con un buen baño, y salí a cambiar el boleto de lotería, lo entregué y quedé asombrada cuando el dependiente me entregó un billete de 50,00 bolívares, toda la energía desplegada se precipitó al vacío de la inconformidad y decepción. Mas nunca jugué.... primera y última...