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jueves, 12 de mayo de 2022

EL SACAPUNTAS

 

Tengo una alumnita de cinco años, a quien estoy enseñando a leer, por cierto muy traviesa y dicharachera, le gusta mucho conversar, y tengo que estar constantemente llamándola a su actividad, la cual lleva muy adelantada, ya que es muy inteligente y despierta para todo; bueno como iba diciendo, ese día tomé un lápiz y un sacapunta para darle una punta más fina al lapicito, pero el depósito estaba lleno, y momentos antes estaba haciendo lo posible por limpiarlo, desistí y lo dejé lleno.

Pero en este momento, necesitaba el espacio, porque estaba muy lleno y empecé a tratar de sacar los sacapuntas con las uñas y no podía...no podía; le dije a la niña de cinco años: - mi amor tú sabes cómo se le saca la basura a este depósito?, y ella me contesta: claro maestra así, -¡¡¡¡¡¡ Ay, si es verdad¡¡¡¡

Me quedé asombrada, de cómo se me pudo olvidar una cosa tan simple.

Ahora me hago esta recomendación: Debo mantener mi mente ágil, leer todos los días, no olvidarme de la computadora, jugar a diario, escribir constantemente, crear, dibujar, hacer manualidades, sintetizar historias, cuentos, tomar y comer alimentos cuyo destino principalmente sea el cerebro, oxigenarme, alejarme de ambientes contaminados, si no, corro el peligro de que mi mente se vaya a otros parajes superiores y deje un cuerpo vegetal que no piense, paseando por esta tierra, solamente; y es muy triste, tristísimo cuando alguien no puede recordar, o no quiere hacerlo, prefiere olvidar toda su vida, pasado, presente y futuro para vivir sin conocer, para olvidar el dolor o las alegrías, los sueños de los hijos o nietos, sus logros, o acompañar las lágrimas o  amarguras de los seres que un día fueron amados.....


 Amar es acompañar


domingo, 13 de junio de 2021

MARIPOSITA

Esta poesía la escribió Hernán Valera Saavedra para una niña y dice así:



Mariposita 

de alas azules

y ojitos rojos

                 Que con las flores 

estás jugando

Vente conmigo

Mi Lulú quiere 

que vengas pronto

para jugar

Yo también quiero 

mariposita

de ojitos rojos

jugar contigo.

Jugando y cantando

seremos felices

ven mariposita

de alitas azules

no llores Lulú

no llores chiquita

que pronto vendrá

la mariposita.

Las tres jugaremos

el más lindo juego

tú, mariposita

danzarás volando

mientras que nosotras

te vamos cantando.


miércoles, 9 de junio de 2021

BUENO..GANÉ LA LOTERÍA


 Hace un buen tiempo, recuerdo que gané la lotería, llegué un día del trabajo, cansada de mi faena diaria, creo que trabajaba en Súcuta, puse mis libros en la mesa y me dispuse a descansar un rato, pero recordé que había comprado un loto-quiz y debía revisarlo, en ese momento creo que gasté 30 bolívares en la papeleta, me senté, lo busqué entre mis libros, puse la radio y esperé hasta que el locutor anunciara  los números ganadores; para ese tiempo, el loto era un boom, todo el mundo compraba y ganaba, había de todo tipo, de todos los animales; animal con el que uno soñara, ese animal salía premiado, se ganaba poquito y mucho, era una verdadera ayuda familiar; la gente hacía colas para pedir en secreto los animales que tenía en su lista ganadora. Así que ese día me decidí a jugar oyendo a los jugadores  y  ganadores empedernidos que no dejaban de jugar todos los días, en la mañana, en la noche, al mediodía, seguro que era desayuno, almuerzo, cena y merienda.

Pues, conseguí mi papeleta y me dispuse a esperar que el locutor dijera los números ganadores, y empezó: 1, 3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, 18, 21.

Yo estaba sola en ese momento y repetí: 1-3-5-7-9-11-13-15-18-21   

Volví a repetir: 1-3-5-7-9-11-13-15-18-21 

Y repetí: 1-3-5-7-9-11-13-15-18-21- 

Me levanté del mueble, caminé, corrí, abracé la columna y le decía gané, gané. No nada más abrazaba la columna, jugaba, le daba la vuelta alrededor; mi corazón estaba bombeando muy fuerte, qué iba a hacer con ese dinero, compraría comida por supuesto y si me sobraba, trataría de que fuera así, me compraría unas pinturas de uña.



Así que me cambié de ropa después de refrescarme con un buen baño, y salí a cambiar el boleto de lotería, lo entregué y quedé asombrada cuando el dependiente me entregó un billete de 50,00 bolívares, toda la energía desplegada se precipitó al vacío de la inconformidad y decepción. Mas nunca jugué.... primera y última...


domingo, 28 de marzo de 2021

EL ARROZ CON QUINCHONCHO

 Mi mamà iba a salir y me dijo: aquí te dejo una taza de arroz y una taza de quinchoncho, los montas y estás pendiente, tendría yo como ocho años y estábamos recién mudados para los bloques de Artigas frente a la capilla; estábamos disfrutando de un espacio nuevo para correr, jugar y divertirnos mucho.

Fuí a la cocina, monté el arroz con un pocotón de agua para que no se quemara y otro pocotón de agua para los quinchonchos, sin lavar nada, y me fuí a jugar; llega mi mamá y me llama, me saca de mis hermosos juegos, la ere, el escondido, la cuerda, sube escaleras, baja escaleras, le digo a mi hermanito que me espere ahí que ya yo regreso. 

Llega mi mamá de sus diligencias y me llama después que sube, yo la oigo y  dejo de jugar, me lleva directamente a la cocina y me enseña la preparación de mis platos, por supuesto por encargo; me dice _prueba el arroz, lo probé y dije ¡asco!, estaba hecho una sopa aguada sin sal, parece como si el agua no se hubiera secado; me dijo: _ahora prueba los quinchonchos, los probé y de casualidad no se me quebraron los dientes, _Ahora, prepara la mesa para que te lo comas todo. 

Muy obediente, sin chistar, sin rabia, sin ¡No me lo voy a comer! busqué un plato, cucharilla, traje una jarra con agua y mi mamá puso las dos ollas sobre la mesa, la cual quedaba justamente frente a la ventana, donde podía divisar a los muchachos jugando, si me levantaba un poquito. 

Obediente, con la certeza de que la situación siempre va en beneficio mío, nunca en mi contra, o como si estuviera mirando la situación desde otra perspectiva y yo fuera simplemente un observador.

Inicié mi almuerzo, una cucharada de arroz, un trago de agua, una cucharada de quinchoncho, un trago de agua, pero yo siempre "he estado protegida" y los muchachos empezaron a jugar pelota, y las ventanas eran de vidrio y ¡¡¡crash!!!!, un pelotazo se oyó en la ventana, los vidrios se esparcieron por el comedor, y la mesa estaba demasiado cerca de la ventana para que no hubiera caído algo allí, enseguida la llamé y le dije: 

_¡Mamá! ¡Mamá! los vidrios me cayeron en la comida!...¡_mmmmjjj te salvaste!. 

Me levanté de la mesa y salí a jugar  lalaralaaaaa, pensé: 

¡El buen Dios nunca abandona a sus hijos más consentidos! y yo ¡soy su consentida!....lalaralaaaaa