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miércoles, 17 de marzo de 2021

OTRAS IGLESIAS?


 Irme a otras iglesias?, me parece un absurdo, una traición, ya que veo cómo con el bendito diezmo, estas comunidades actúan depredando a los pobres que se acercan a ellas para hacer rico al pastor o pastores, pues la comunidad tiene cara de cooperativa donde los que están más cerca de la cúpula son los que van adquiriendo estatus económico; claro las otras personas van aprendiendo cómo vestirse, no andar desaliñados, los hombres con manga larga y las mujeres con faldas o vestidos para aparecer damas y no varones, tienen prohibido usar pantalón, que es lo que tenemos ahora diariamente las mujeres, después que fueron eliminadas las medias panty, y evitamos con ello el roce de la entrepierna, que era lo que subsanaba las medias, no se ven escotes, ni mangas cortas. En este punto me detengo ya que los trapos son mundanos, no tienen nada de espiritual, estar esperando la reunión para estrenar la siguiente prenda comprada, prestada o sacada a crédito, para lucirme en desmedro de la capacidad económica de otros. 

Pero globalizando, esa es la ganancia, estar correctamente vestidos para determinadas ocasiones, celebrar diferentes reuniones donde todos llevan lo que van a consumir, y no aceptar las reuniones en el hogar bajo la alegría del cumpleaño de los hijos, le hacen una pausa a los jóvenes en la búsqueda de novios, ya que los obligan estrictamente a mantener unas relaciones tranquilas, (dice uno) y si fallan les aplican la ley de la invisibilidad, nadie los ve.

Esto que digo lo hago por haber visto esos ejemplos que nunca llegué a ver en la Iglesia Católica. Ejemplo conocí un maestro que cuando cantábamos el Himno Nacional, él se quedaba sentado, como luciéndose de lo que estaba haciendo, deben ser rechazados totalmente aquellos personajes que no son capaces de honrar la Patria donde nacieron, conocí un pastor que una vez que lo eligen, la feligresía le compró primero una casa y después le cambió su carro por una camioneta, en estos momentos no sé que más le habrá obsequiado como premio de ser el que mejor leía o hablaba  la biblia.

Conocí a una joven que iba y venía de sus reuniones con la biblia en sus manos, casi a diario, parece que estaba muy enamorada de sus cofeligreses, yo la veía como pasaba con algún muchacho separada por un metro de distancia, pero llegó la cuarentena y con ello la huída de Venezuela; se fué para Colombia y allí lo primero que hizo fue enamorarse de un coterráneo y quedó embarazada; la veo todos los días con el fruto de su amor, entonces la iglesia no le habló claro, con razonamientos lógicos, sino que estuvo obligada sin internalizar su conducta.Conocí otra persona que era contínua crítica de los errores de los demás, y grosera como si el hecho de conocer los versículos de la biblia le daba derecho a casi insultar a los demás, mientras en su casa no podía manejar a su chico drogadicto que se dedicaba a robar en la comunidad.

Y como estas historias hay muchas, de personas que se hacen fiel seguidora de estos grupos y no pueden resolver ningún problema grave de su hogar, conozco otra pobre mujer que fue atacada por la hermana del pastor, aparentemente loca de celos, según sus palabras, ahí no opino porque no entiendo, a no ser que no sea su hermana; tuve muy cerca a una amiga mía que sufría de una enfermedad terminal y a ella la obligaban a caminar porque sino no se iba a salvar, un día pasa por aquí se recuesta de mi reja, agobiada por el cansancio y me pide ayuda  de agua para poder continuar con ese castigo que le impusieron "sus hermanos". 


No, esas cosas no se hacen, solo salió una vez, después no pudo salir más; siento mucho, mucho dolor al recordar ésto, ver a mi amiga, mi apoyo, enferma, superdelicada, con sombrero, una pañoleta, la cara roja y agotada, después de ahí se agravó más su situación, esperando que Jehová la salvara y con esa convicción murió.

No es raro ver cómo las personas no se quedan eternamente en esas religiones porque al fin y al cabo siempre se desencantan y emigran en busca de otra religión.

La única manera de no emigrar de religión en religión, es saber que: Dios es una energía libre que se instaura en cada cuerpo y es el que te hace mover, es tu ánima, tu alma; dale el nombre que quieras, pero está dentro de tu propio ser, te oye, te resuelve, te cuida los pasos, te cubre, te inspira, te hace creador, te motiva, así que no necesitas buscarlo en ninguna capilla o iglesia para resolver tus problemas y puedes tener la seguridad que no te abandona jamás en la misión que te encomendaron allá arriba para que cumplieras aquí en la tierra. 



domingo, 27 de diciembre de 2020

EL DÍA QUE COMÍ BABA


 Trabajando en Barlovento, por el año 1969 aproximadamente, se me pierde una niña de sexto grado, que no quería ir a la escuelita, pensé que estaba enferma, pero los compañeros no me daban noticias de ella, hasta que decidì llegar a su vivienda, la cual quedaba cerca dentro de la misma comunidad donde yo trabajaba.


Así que lleguè hasta su casa, observando mutismo en los habitantes deL hogar, preguntè por Mariángeles y no logré verla, y la mamá me contestó: _Maestra...lo que pasa es que ella quiere ponerse la ropa de salir al pueblo, para ir a la escuela, y yo no la dejo, entonces decide no ir, me dice que si la maestra va bonita a dar clase ella también debe ir bonita y con ropa de salir.

Aquello me dejò preocupada, no supe qué decir, me fuí a la casa donde yo vivía con una determinación,ponerle fin a esta situación donde una alumnita quiere imitar distorsionadamente a su maestra; aunque , claro también tiene su lado positivo, como es el hecho de captar la vestimenta que yo me ponía, para su uso particular.


Un error que cometí, no premeditado al llegar a una población de gente humilde y ostentar tacones, ropa nueva, collares, sortijas, pulseras para moverme en la misma comunidad; un error de joven ya que para ese tiempo tenía 23 años, vivía en Caracas, era mi primer año de trabajo y la mitad de lo que ganaba se iba en cosméticos personales.


Al día siguiente me vestí con ropa de estar en la casa y con zapatos bajos me fuí a trabajar; Mariángeles asistió ese día a la escuela, me observó muy bien la ropa que llevaba y en la tarde, tocó la puerta de la casa, abrí, y observé que tenía en las manos un envase verde con algo adentro, me lo entregó diciendo:_Tome maestra, coma, y después que coma, yo le digo qué es. En ese momento, tragué en seco, porque yo no estaba acostumbrada a excesos, ni extravagancias  alimenticias, y sentí miedo de comer cosa raras.


En el envase había plátano verde sancochado y una carne esmechada, que no tenía ni idea de lo que era; me senté y me dispuse a comer, encomendándome a Dios de que no fuera culebra, renacuajo,zamuro, rata, mono, ¡¡qué sé yo!!, cuántas carnes raras me pasaron por la mente, y la niña se sentó frente a mi con una sonrisa pícara de mirar mi cara cargada de incertidumbre.


Probé... y mmmmm, sabe bien mmmmm, bien bien, me gusta... me comí todo el contenido de la vianda, le dí las gracias y le hice la pregunta:_Qué es?, ¡por favor!, qué es?_!Maestra, eso es baba¡_Y qué es baba?_!Pues un caimán pequeño¡ ¿Ahhh!?????. Me daba igual lo que había comido, total no lo conocía en mi ignorancia supina, y con esto, me agradeció la niña el haber visitado su casa, o haberla tomado en cuenta frente a sus compañeros de clase y comunidad, y yo comí por miedo a que se sintiera despreciada.


Después que leí y me enteré de lo que  realmente era, dije ¡GUÁCALA!, aunque no sentí asco en ese momento, ahorita escribiendo y observando estas fotos me produce mucha insalivación.