Me encontré con Rosa Melo en Santa Teresa del Tuy, donde pude escuchar sus dulces poemas y logré que me obsequiara un poemario titulado " La Casa Adormecida", donde inéditos versos inmensamente personales escalan en nuestra alma para hacerla tambalear, estos versos fueron traducidos al francés para ser publicados en "le Journal des Poétes de Bélgica".
Ese día tomé el libro entre mis manos y pude observar una escritura gótica, de bellos trazos para cada uno de los poemas, realizado por la autora.
En la dedicatoria se puede leer:
A Josefina Barreto, en este encuentro con "tu voz", créeme amiga es voz que transmite, es voz alta, adelante Josefina, te doy con mis poemas la alegría de conocerte, a tu sensibilidad los entrego: Amiga
Rosa Melo
Santa Teresa del Tuy, 15-02-2003
¿Dará tiempo sembrar esta semilla y soñar en su sombra?
Debería esta semilla dar frutos, sobre todo en esta famosa
cuarentena, que nos ha hecho adentrarnos en el infinito de
nuestro proceder
se riega la casa abierta
La pupila
busca manos
para fijar los goznes
La humedad llegando a los hombros
desaloja las cenizas.
La aldaba cede
a la llamada ausente
La casa entiende la llamada
Caracol o cofre
su cavidad
estambre ya tejido.
Derrumbre silencioso
Casi premura
por sostener la taza
para beber las gotas vacías
del vacío espacio.
Emigro
La casa se desprende
una huella de manzana
palpita en el camino
cristaliza mi destierro
Caza y fruto
dependen del sueño
La almohada despierta
es huésped en el sueño
Un susurro de plumas
señala distancias
El espacio eterniza la noche.
Fácil flotar
en la casa adormecida.
Cada uno carga su puerta
Cerrada
equilibra la luz
Abierta
penetran
los pájaros
Su canto te sostiene
El silencio de la casa
Recrea indómito su espacio
La espalda de los cuadros
cargada de susurros
se multiplica en sí misma
Un duende
habita en sus alcobas
retiene la voz en sus paredes.
Toda el agua de la casa
me cabe en la boca
Las grietas de la sed
empolvan mis venas
Los ríos vuelan de mi vaso
El espejismo abarca sus ventanas
Por qué está inútil el día
si pasan golondrinas
con trinos de la infancia
Cercana incertidumbre
es refugio
tanta ala que regresa.