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martes, 2 de marzo de 2021

RECORDANDO A EDUARDO EMBRY


Definitivamente el poeta tiene ese algo que enamora, y hace tiempo me topé con Eduardo Embry, pude leer y releer sus versos, que me hacen sonreir con pesar cada vez que poso mis ojos sobre ellos; uno es "Sueños del Poeta", lo transcribo y dice así:

Un día me puse  a soñar

que contestaba en forma errónea

las preguntas que normalmente

todos contestan a Dios,

y soñaba que tenía una silla

que tenía comida en abundancia,

pero no había qué comer,

que tenía una cama

pero dormía en el suelo,

que tenía mujer,

pero no tenía mujer alguna.

Que mataba sin escopeta

cinco pájaros volando,

y ninguno quedaba en la mano;

"este sitio está quemado"

-dije a mi mujer-: "nos iremos a vivir a otra parte",

bueno, lo dicho dicho está

como no tenía mujer, ni ropa qué llevar,

desnudo y solo me marché;

"¿y para dónde va usted?"

me paró el viento

"¿para dónde?" y cuando me quedaban

sólo algunos huesos, me hablan

las cenizas: "por lo menos

te queda el consuelo del ave fénix,

que del polvo vienes al polvo vas",

y finalmente habla el viento con el viento:

"ya no podrás escribir más:

se te ha volado la mano" 

ENXEINPLO DE LA VIRGEN Y EL HIJO LEJANO

Para que yo llegara por acá

la Virgen María

se quedó en mi casa

en todos estos años

me ha reemplazado en mi puesto de batalla.

Si mi madre necesitara

cambiar un bombillo

para que no sufriera mi ausencia

venía la Virgen María y se subía

en una silla

y el bombillo quemado cambiaba

por una luz más refulgente,

y cuando yo le mandaba cartas

por intervención de la virgen

yo mismo golpeaba a la puerta

"ha llegado la carta, señora,

dos pasos adelante y uno hacia atrás"

saltaba en una pata, de alegría saltaba de saber

que yo leía las cartas

que yo mismo mandaba a mi madre,

la Virgen María_que también

anda por estos lados_

pasa y me mira (y me sonríe

con la misma sonrisa celeste

con que mi madre me sonreía)



viernes, 26 de febrero de 2021

ROSA MELO: POETIZA

 Me encontré con Rosa Melo en Santa Teresa del Tuy, donde pude escuchar sus dulces poemas y logré que me obsequiara un poemario titulado " La Casa Adormecida", donde inéditos versos inmensamente personales escalan en nuestra alma para hacerla tambalear, estos versos fueron traducidos al francés para ser publicados en  "le Journal des Poétes de Bélgica".

Ese día tomé el libro entre mis manos y pude observar una escritura gótica, de bellos trazos para cada uno de los poemas, realizado por la autora.

En la dedicatoria se puede leer:

A Josefina Barreto, en este encuentro con "tu voz", créeme amiga es voz que transmite, es voz alta, adelante Josefina, te doy con mis poemas la alegría de conocerte, a tu sensibilidad los entrego: Amiga

            Rosa Melo

                 Santa Teresa del Tuy, 15-02-2003

¿Dará tiempo sembrar esta semilla y soñar en su sombra?

Debería esta semilla dar frutos, sobre todo en esta famosa 

cuarentena, que nos ha hecho adentrarnos en el infinito de 

nuestro proceder


Casi río

se riega la casa abierta

La pupila

busca manos

para fijar los goznes

La humedad llegando a los hombros

desaloja las cenizas.

La aldaba cede 

a la llamada ausente

La casa entiende la llamada

Caracol o cofre

su cavidad

estambre ya tejido.


Derrumbre silencioso

Casi premura

por sostener la taza

para beber las gotas vacías

del vacío espacio.

Emigro

La casa se desprende

una huella de manzana

palpita en el camino


La lluvia 

cristaliza mi destierro

Caza y fruto

dependen del sueño

La almohada despierta

es huésped en el sueño

Un susurro de plumas 

señala distancias

El espacio eterniza la noche.

Fácil flotar

en la casa adormecida.

Cada uno carga su puerta

Cerrada

equilibra la luz

Abierta

penetran 

los pájaros

Su canto te sostiene

El silencio de la casa

Recrea indómito su espacio

La espalda de los cuadros

cargada de susurros

se multiplica en sí misma

Un duende

habita en sus alcobas

retiene la voz en sus paredes.

Toda el agua de la casa

me cabe en la boca

Las grietas de la sed

empolvan mis venas

Los ríos vuelan de mi vaso

El espejismo abarca sus ventanas

Por qué está inútil el día

si pasan golondrinas

con trinos de la infancia

Cercana incertidumbre

es refugio

tanta ala que regresa.