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martes, 7 de junio de 2022

HIDROCAPITAL-OCUMARE

 

Recibimos la agradable visita de una representante de Hidrocapital, Mayerlin, que nos  hizo una demostración  de cómo las aguas son llevadas a nuestros hogares en condiciones aceptables para su uso en el hogar.

La  joven llegó desde temprana hora a presentarse, montar sus materiales y  productos en una mesa y fue colocándolos cuidadosamente uno a uno para ir esperando a que los niños y docentes tomaran posición en el salón.

Primeramente, a un envase con agua sucia le agregó cloro para eliminar las bacterias, después le puso  sulfato de aluminio para clarear el líquido
Seguidamente pasó el agua por piedras grandes, pequeñas y menudas, arena gruesa, menuda y fina.
La profesora Edith como representante de la comisión El agua es vida, junto con sus niños.

Luego le agregó antracita, para clarear mucho más
Para darle fin al procedimiento se le agrega en última instancia, cloro otra vez, para limpiar las impurezas que irá encontrando por los tubos de agua.
Mayerlin, la maestra del agua y la directora Élida
Yo, exhibiendo mis dibujos

ç
Y cerrando el  mes de mayo con el  baile de los niños de las profesoras Liliana y Yomarvin.

En fin, así es nuestra vida en el preescolar, todo responsabilidad, donde cada docente participa y entrega las actividades de sus alumnos para beneplácito de la comunidad.
Alegoría sobre el agua.
Los niños observando libros
junto a sus maestros de grado.

Aquí me encuentro, detrás de la cámara, atendiendo a los alumnos de los diferentes grados, cuyas docentes vienen con agrado a que les incentive en el amor por los libros, al contarle cuentos, cantando, dibujando, haciendo manualidades, colaborando con la Comisión de Cultura, y con cualquier otro proyecto que surja del profesional de la docencia que requiera de mis servicios; actividades que desempeño con sumo agrado ya que me he creado mentalmente una misión que es la de ayudar o colaborar con el desempeño escolar sin pedir algo a cambio, porque esto es ad honoren; estoy aquí desde el 2017 y me siento bendecida y satisfecha con el deber cumplido pues en esta profesión llevo más de cincuenta años y he vivido muchos tópicos tanto positivos como negativos y/o neutros, además de que he ejercido muchos cargos en todos los niveles, y cubierto, al mismo tiempo actividades conexas como locución, teatro, cuenta-cuentos, música, pintura, manualidades, declamación, y otras más que ignoro para no ser cansona. 
Y como dice Pablo Neruda "Confieso que he vivido" y estoy orgullosa de ello. 

lunes, 18 de octubre de 2021

PRIMERA VEZ

 

Llegué de una reunión muy bien, me acosté, tranquila, mi cuerpo no me estaba amenazando, había comido, bebido refresco, chucherías varias y listo, terminó la reunión y me regresé a mi casa aproximadamente nueve de la noche. Esa noche en mi cama estaba mi nieta Gabi, que nunca la dejo ahí, siempre la levanto para que se vaya a su habitación, por lo que esa noche no la llamé y permití que siguiera durmiendo en mi cuarto.


Como en la madrugada, me desperté con dolor en el colon transverso, fuí al baño y en realidad me sentí muy mal, además muchas ansias de vomitar; así pasé toda la noche en ese estado de dolor abdominal.

Mi nieta me había escuchado y estuvo presta para auxiliarme cada vez que lo necesitaba; nosotras dos solitas en aquel conflicto. Hubo un momento en que me senté en la cama con muchos deseos de vomitar, pero yo me negué, porque no quería, y me tapé la boca con la tela que tenía a mano. Hice mucho esfuerzo, sentí que mi pierna izquierda explotaba y ví  las burbujitas que subían hacia la rodilla, momento en el cual perdí el conocimiento y caí en los brazos de mi nieta, que me estaba abrazando, pasándome las manos por el cabello; me desperté mientras la escuchaba que me decía: -¡Abuela.qué pasa? ¿Qué tienes? -¡abuela! ¡abuela!; acto seguido empecé  temblar con fuerza y me acosté, me arropé con la sábana, el cubrecama y le pedí que me buscara un abrigo, me tapé con todo eso y quedé allí como por diez minutos, recogida y temblando de frío. Luego seguí con lo anterior, deposiciones líquidas y contención de las ganas de vomitar; empecé a tomar suero, agua en cantidades para reponer lo que estaba expulsando, hasta el día siguiente que ya me empecé a sentir mejor, en horas de la tarde.

Este tipo de reacciones de mi cuerpo, es muy rara; pero yo lo que creo es que no es lo mismo tener veinte que tener sesenta o setenta. Lo que veo es que cuando avanzamos en edad debemos tener cuidado con lo que comemos, y creo que lo que me hizo daño fue el fructus, al que realmente me desagrada, o le tengo cierto rechazo.

  


sábado, 11 de septiembre de 2021

EL AVERNO, Poesía


 El tiempo, 

transcurre

lentamente,  

con su eterno vagar 

de adolescente

y sus huellas

en mi carne 

se delatan

como fuerza de ríos

en pendiente.

¡No me digas nada!

lo supongo

tú también lo sientes

¡como yo!

miras hacia atrás

y sólo encuentras

¡vacío y soledad!

incomprensión.

Luchar 

por ideales

en caminos extraviados

refugiarme 

en nubes 

con grandes 

caudales de agua, 

regar plantas 

que ya están secas

y cobijar en el seno

un niño 

que ya está muerto.

Otear

con nostalgia

un horizonte lejano,

el brillo

de una amorosa mirada,

preñando así

mis angustias

con globos

dulce espejismo,

pero caer 

en abismos

de aguas limpias

azules

y creyendo 

que nadaba

en el verde

de mi esperanza

resultó ser

que mis ojos

enceguecidos ya

del invierno

no se percataron que

lo que tenía 

alrededor de mi cuerpo

era el  naranja oscuro,

espectral,

 del 

hipnotizante  

averno...



sábado, 4 de septiembre de 2021

EL REY ISKENDER EL INMORTAL

 El príncipe Iskender era hijo de Darrab, rey de Persia, y la princesa Rumi. A la muerte de su padre, Iskender le sucedió en el trono, y durante largos años Persia gozó bajo su reinado, de un esplendor y gloria sin igual. Entre los muchos sabios y letrados que el rey invitaba a su corte, uno de ellos le preguntó: -Cuando un monarca ha llegado a la cima del poder, cuando ha hecho todo para asegurar la felicidad de sus súbditos ¿Qué otra meta podría alcanzar?. Otro sabio levantó la mano y contestó: -¡La paz del espíritu! -¡Hay algo todavía más importante! replicó un viejo mago. ¿Cuál es? -¡La inmortalidad! Iskender replicó: -La inmortalidad es imposible de alcanzar, lo sé bien. -¡Nada es imposible Señor, para quien tiene suficiente voluntad! dijo el mago. -¡Pues bien, dime!:-¿Dónde podría encontrar la inmortalidad, preguntó el Rey. 

El mago le respondió:  -Sobre las costas de un mar interior, al norte del  reino se extiende el país de las tinieblas. Allí se encuentra la fuente de la vida, y quien bebe esa agua se vuelve inmortal, aunque para lograrlo, se necesita un gran valor, astucia  e inteligencia. Igualmente, con esas perspectivas, partió en busca de la fuente, acompañado por el mago y una pequeña escolta de sus soldados.

 Tras largos días de viaje, el mago señaló una roca en la frontera del "reino de las tinieblas", para que la golpeara con su espada, el rey obedeció y de la roca saltó un chorro de chispas con una voz sorda que dijo: -Espada del Rey, ¿qué quieres de mí? - Quiero preguntarte sobre el camino que conduce al "mar de las tinieblas". A lo que la roca respondió con su gutural voz: -Busca la faz de la estrella roja y camina en su dirección hasta que desaparezca, luego da la espalda al sol levante y prosigue tu ruta; al caer la noche, cuando la luna se eleve en el cielo, te encontrarás en las orillas del mar de las tinieblas, en un país llamado Tenek-Brah; allí viven los hombres con ojos de esmeralda, ten mucho cuidado, no debes preguntarle el secreto que deseas conocer, haz que ellos te lo digan espontáneamente.

Siguiendo las instrucciones, llegaron al país de las tinieblas, oscuridad profunda y cerrada, donde había unos hombres grandes, esbeltos, negra piel, vestidos de negro, ojos color esmeralda que brillaban como luciérnagas en la oscuridad. -Forastero, ¿Por qué motivo has venido hasta nosotros? -Busco el olvido, le respondió Iskender. -Muy bien, aquí lo encontrarás, ¡Síguenos!. 

-Es una gran oportunidad vivir en un país donde no se pueden ver las maldades del mundo, le dice el rey  a alguien que marchaba a su lado. -Hay que saber descubrir las cosas bellas!!, fue la respuesta. En la oscuridad Iskender sonrió: -Es verdad, pero hay que tener ojos maravillosos como los tuyos para vencer las tinieblas. -¿Deseas tener unos ojos así forastero?, pues que así sea¡¡. Y en ese instante, como si hubieran surgido mil soles a un tiempo, apareció ante los ojos del rey un extraordinario paisaje: inmensos palacios, casas, calles, jardines, todo de una belleza indescriptible, sin embargo, todo era negro: la tierra, el cielo, el agua, los hombres.


Iskender quedó fascinado ante la expectativa y el hombre que estaba a su lado le dijo: -Me llamo Yazdergarh, Señor de las Tinieblas, y tú, hombre de la luz, ¿Quién eres?. -Solamente un hombre que desea olvidar todo lo que le ha ocurrido hasta hoy, respondió, recordando lo advertido por la roca. Durante los días siguientes Yazdergarh mostró a Izkender todas y cada una de las maravillas de su reino y llegaron a un lugar desierto y totalmente silencioso. El Rey preguntó que cómo era posible que no se escuchara el menor ruido y su acompañante le contestó: -Aquí solamente se deben escuchar los pensamientos, ¿Ves esa fuente de agua negra que brota sin el menor murmullo?...Es la fuente de la vida, quien la bebe se vuelve inmortal. -Y quién puede desear eso? dijo el Rey, vivir eternamente es un destino triste, como te dije, yo busco el olvido y si fuera inmortal, no podría encontrarlo. -Te equivocas, le respondió, al beber de esta agua uno se convierte en dueño de todas las cosas y también del olvido, ¡Vamos! ¡Bebe y te convencerás!. Iskender, bebió, lleno de felicidad y alegría por haber logrado su objetivo; a los días, encaminados a las fronteras del reino, el mago y sus soldados cayeron al suelo, ciegos entre terribles dolores, Izkender si podía ver con sus ojos esmeralda, que le permitían ver a través de las piedras, a través del agua, como si todo fuera transparente, hasta el corazón del mundo.

Formando una larga fila, tomados de sus capas y con el Rey a la cabeza, llegaron hasta la piedra mágica, Izkender, golpeándola con su espada, preguntó: -¿Qué he de hacer para que mis fieles hombres recobren la vista? -Tus hombres, contestó la roca, se han vuelto ciegos porque tú quisiste ser inmortal; ya lo eres, pero nada se obtiene sin sacrificio, y tus súbditos hoy deben pagar por ti.

-¡No es justo! ¡No lo puedo aceptar! ¿Qué hago entonces? -Renuncia a la inmortalidad y el mago y los soldados verán de nuevo, dijo la roca.

Izkender sintió su corazón oprimido por la duda: ¿Cómo renunciar a un don que lo igualaba a los dioses, miró a sus compañeros de viaje echados por tierra, sus ojos apagados y hundidos por el cansancio y no vaciló: ¡¡ACEPTO!!

¡¡¡Y en ese instante sus ojos esmeralda, volvieron a tener el color de antes, el mago y los soldados llenos de alegría vieron nuevamente, y el Rey sintió que su corazón se hinchaba de paz y de felicidad!!!.  



Tomado de Luis Boggiero en Ventanas del Alma. 1990

martes, 10 de agosto de 2021

EL HOMBRE, EL TIGRE Y LA LUNA

 CUENTO PEMÓN

El hombre fue al río a buscar agua en una calabaza. Cuando regresó a su casa se encontró con el tigre que había penetrado y estaba allí dentro, sentado en el suelo. El hombre pensando defenderse, dio un salto hacia el sitio en que guardaba sus armas, para agarrar una flecha.  El tigre se puso a reir y dijo: -¡No soy tonto pemón, sé que debes tu poder a las armas que posees, por eso te las he destruído!. El hombre vio entonces que el tigre estaba sentado sobre los restos de sus flechas y sus hachas destrozadas, ¡He venido a demostrarte que soy más poderoso que tú!. El animal se puso en pie y salió afuera, conduciendo al hombre hasta un matorral cercano.


 Al cabo de un rato escucharon aletazos y vieron un paují que vino volando y se posó en lo alto de un árbol. El tigre se trepó al árbol silenciosamente, cogió al paují por el pescuezo y regresó junto al hombre ¿Eres capaz de hacer eso?, le preguntó el tigre, -¡Sin flechas o sin cerbatanas, no puedo hacerlo!. Siguieron escondidos, al poco tiempo vieron moverse el monte y escucharon ruido de pisadas.  
Una danta apareció, caminando en línea recta hacia ellos; el tigre dio un gran salto y cayó sobre la danta. De un solo zarpazo la dejó tiesa y luego la arrastró hasta el matorral, ¿Puedes dejar una danta así como la he dejado yo?, preguntó otra vez. - ¡No!, ¡Sin armas no puedo hacerlo!.  Entonces se fueron a la orilla del río. El tigre empezó a golpetear sobre el agua con su lengua rosada. Atraídos los peces se acercaron. Cuando fue tiempo, de un solo manotazo el tigre sacó fuera uno de ellos, enganchado en sus uñas. Le volvió a hacer la misma pregunta al hombre, -¡Sin los aparejos necesarios, eso tampoco puedo hacerlo!.

El tigre se quedó mirándolo, y luego le dijo: -¡Ahora te toca a ti, pemón, ejecutar también tres hazañas, si yo no puedo imitarte, quedaremos amigos, pero si las llevo a cabo, te devoraré!.

La luna estaba en el cielo rodeada de nubes, el hombre la miró y dijo al tigre: -¡Aguárdame aquí Kaikusé, ya vuelvo!; el tigre desconfiado gruñó: -¡No pretendas huir, porque si lo haces, te buscaré y cuando te haya encontrado te comeré!. -¡No tengas cuidado!, dijo el hombre y se fue. Se metió en la selva y cuando estuvo fuera del alcance de la vista de la fiera, dio un rodeo y regresó a su casa por detrás, entró y buscó una torta de casabe, luego miró al cielo y al ver a la luna esconderse detrás de una nube, volvió donde estaba Kaikusé, le mostró la torta de casabe, preguntándole: ¿Sabes qué es esto, amigo Kaikusé?. -¡No sé!. Pemón dijo: -¡Mira el cielo!, no ves que la luna ha desaparecido?. La fiera miró al cielo y enseguida a la torta de casabe: -¡Ah! ¡Has agarrado la luna!. -¡Si! y comenzó a comer casabe; el tigre mirando el gusto con el que el pemón comía, dijo: -¡Debe ser sabroso comer luna!. El hombre le dio lo que le quedaba de casabe al animal, diciendo: -¡Sí! ¡es bueno, come!. En ese momento el tigre devoró todo el casabe y se quedó relamiéndose: -¡Es una lástima que se haya acabado!. -¡No importa! dijo pemón, -¡Ahora saldrá otra luna!. -¿Y podré agarrarla yo?. -¡Naturalmente!, de la misma manera que yo agarré la mía. -¿Y cómo hiciste para darle alcance?. 

-¡Muy sencillo, me subí a los copos de un árbol y de un salto me llegué hasta ella!. La luna salió de las nubes en que se había ocultado y comenzó de nuevo a correr por el cielo. Apenas la vio el tigre, fue rápido y se subió al árbol más alto. Allí se agazapó  y mirando fijamente el astro para afinar la puntería, dio al fin el gran salto, pero no alcanzó la luna sino que se vino de cabeza y se estrelló en el cielo contra una piedra.



El hombre llevó a su casa el pescado y el paují y arrastró también hasta ella al tigre y a la danta.

viernes, 30 de julio de 2021

MUCHACHAS BAJO LA LLUVIA

 Muchachas que pasáis bajo la lluvia

con campanitas de agua en el cabello

niñas de la actitud samaritana

que lleváis levantados los cuadernos

como para que el agua milagrosa

su inocente canción escriba en ellos.


Muchachas que ofrecéis vuestras mejillas

al fauno picarón del aguacero

frutales niñas que cruzáis la tarde

de trenzas largas y uniforme nuevo.

¡Con qué gusto romántico os daría

mi corazón envuelto en un pañuelo!


A tí, delgada niña que transitas

con paso saltarín de minutero,

te pondría esta flor de mi solapa

-sombrilla vegetal-entre los dedos


Y tú la de la capa y verde gorro

de enanito de cuento,

en una torre de ajedrez podrías 

vivir mientras escampa el aguacero.

¡Oh niñas que pasáis bajo la lluvia

mojados pajaritos del buen tiempo

venid, que en barcos de papel nos vamos

a jugar con la lluvia por los puertos!

AQUILES NAZOA

jueves, 29 de julio de 2021

LOS MAKIRITARES

 

El Marahuaka es una montaña misteriosa que se alza majestuosa en el pleno corazón del  Estado Amazonas. Para llegar a ella hay que luchar varios días  con selvas vírgenes e impenetrables, infinidad de ríos y raudales; es una montaña prácticamente inaccesible  por la verticalidad de sus paredes; es la montaña sagrada de los indígenas Yekuana o Makiritares, intrépidos navegantes; en la montaña mora la divinidad, hay culebras gigantescas, animales feroces y hasta hombres invisibles que la protegen. Antes de ser montaña fue un árbol gigantesco donde brotaron los frutos, los ríos y todo lo verde de la tierra. Al principio los hombres se alimentaban con el casabe enviado desde el cielo por la Dueña de la Yuca; la Hormiga 24 todos los días les traía agua, pero un día  bajó Odosha, el espíritu maligno y ellos se quedaron sin comida y sin bebida, por lo  que sólo comían tierra ya que no había otra cosa. Cuando ya no soportaron la sed, un hombre dijo que él conocía el camino de la Hormiga 24, por lo que  él se convirtió en pájaro y voló y voló hasta llegar al cielo, tomó el agua de un hermoso lago, regresó a la tierra, lo depositó en un espacio al que le dio el nombre de Casiquiare, 


única agua de la que disponían, pues todavía no existían ni los ríos, ni los manantiales, ni las lluvias, y todos para calmar su sed debían realizar  largos viajes hasta el charco sucio del  Casiquiare.

Luego vino otro hombre y dijo que iba a buscar el casabe porque conocía el camino y se convirtió en el pájaro Kuchi, y se fue volando y volando hasta llegar a la casa de la Dueña de la Yuca y allí observó el árbol altísimo con toda clase de frutos; al verlo le quitó un  pedazo, regresó a la tierra y lo plantó, y retoñó en la noche, se hizo tan grande  y cargado de frutos , que lo nombraron Dodaima, transformándose luego en el vocablo Roraima. Kushi era muy solicitado  para que diera pedacitos de árbol, pero la tierra era mal y no germinaban. Un día le llegó una mujer llamada Maduñawe que sabía de un lugar  de tierra buena, Kushi le dio el pedacito de árbol, el cual ella sembró, germinó y se cargó de frutos  y lo llamaron Marahuaca que significa "llegó nuestra comida", tenían mucha hambre  todos los que llegaban a contemplarlo, pero se entristecieron porque era demasiado alto y no podían alcanzar los  frutos. Por esto se dirigieron a su dios Wanadi  para que los ayudara; él creó los pájaros que volaran hasta las ramas y cortaran los grandes racimos, estos se les caían de los picos y aplastaba a los hombres. Entonces decidieron cortar el árbol   y vinieron cuatro hombres con 4 hachas que se resbalaban en el  tronco como si fuera en piedra.  Con esta situación los hombres se convirtieron en tucanes y empezaron a cortarlo con sus grandes picos, pero tampoco pudieron porque los picos se le quebraron y le quedaron en forma de serrucho. Luego vinieron los pájaros carpinteros y el mismo Wanadi vino a cortar como un carpintero real, pero lo que cortaban en el día se cerraba en la noche y amanecía intacto. La jefa de los pájaros, Semenia, propuso que cortaran por turnos , día y noche, unos cortando y otros descansando por varios días y Wanadi dio el último picazo; todos lo miraban temiendo por dónde iba a caer aquel árbol gigantesco, pero el Marahuaka no cayó, quedaron sus ramas colgando del cielo, entonces llamaron a  Kadiío, la ardilla para que subiera y cortara las ramas enredadas en el cielo; 


  Así sí el árbol cayó con un estruendo aterrador, toda la tierra tembló, parecía que el propio cielo se estaba cayendo, y los hombres corrieron a esconderse en las cuevas; cuando se atrevieron a salir, estaba lloviendo, esa fue la primera lluvia, raudales y cascadas chorreaban del Marahuaca, las lluvias se convirtieron en ríos,  


así nació el Orinoco, el Padamo, el  Cunucunuma, todos los ríos que empezaron a correr como enormes  culebras  sobre la tierra  y son excelentes caminos. El suelo se puso blandito y los hombres empezaron a sembrar, la selva se llenó de árboles, los conucos de frutos,  los hombres comían y celebraban, estaban muy felices; los pájaros carpinteros se fueron con Wanadi al cielo y  crearon el arcoiris, que es la corona de la gran culebra del agua,  con sus plumas que lanzaron al aire.  


El tronco del Marahuaca se partió en tres, al caer se convirtieron en piedra, que son las tres cumbres del Marahuaca, la montaña más alta de la tierra: "Ese fue el comienzo en el día que llegó nuestra comida" (así dicen los indios Makiritares)