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viernes, 3 de septiembre de 2021

MENSAJE A GARCÍA

 

Hubo un hombre cuya actuación en la guerra de independencia de Cuba brilla en mi memoria como el sol en su pleno esplendor.

Sucedió que en aquella guerra, cuando los Estados Unidos decidió intervenir a favor de los rebeldes cubanos, se vio muy clara la necesidad de un entendimiento inmediato entre el presidente norteamericano y el jefe de los patriotas, el General Calixto García. Pero, cómo hacerlo Hallábase García en esos momentos, Dios sabe dónde, en alguna tenebrosa montaña escondida en el interior de la isla. Y era absolutamente necesario ponerse en comunicación con él par organizar los planes de ataque y de defensa. Pero cómo hacer llegar a sus manos un despacho? ¿Qué hacer?

Alguien dijo al presidente -"Conozco a un hombre llamado Rowan. Si alguna persona en el mundo es capaz de dar con García es él: Rowan".

Llaman a Rowan. Le piden que vaya en busca de García esté donde esté, y que a costa de cualquier sacrificio, le haga llegar esa carta importantísima.

Rowan toma la carta, la guarda bien escondida en un bolsillo interior, a los cuatro días desembarca en las costas de Cuba que está en poder de los españoles. desaparece en la selva tenebrosa, para aparecer de nuevo, a las tres semanas al otro extremo de la isla, cruzando un territorio sembrado de peligros y donde pululan los enemigos por doquier y entrega la carta a García. Los dos frentes coordinan acciones y se gana la guerra.

Cómo logró llegar hasta donde estaba el destinatario de su carta? Es algo tan interesante que merecería escribir aquí el modo cómo sucedió. El punto sobre el cual quiero llamar la atención es éste:

El jefe da una carta para que la lleve a García. Rowan toma la carta y no pregunta: Pero..y dónde podré encontrar a García? Por dónde me voy a ir? Esto será fácil? No traerá peligros este oficio? Y por qué yo y no otro? 

Nada de esto pregunta ni comenta. Se va, sin mas, a cumplir lo que se le ha encomendado.

Por Dios, amigo, que estamos aquí ante un hombre cuya estatua debería ser hecha de mármol o en bronce y colocada en la portada de muchos institutos, donde se enseñe a la gente que desea adquirir personalidad, porque lo que debe enseñarse a la gente que desea adquirir un verdadero carácter, cómo hay que cumplir cada vez más, lo más exactamente posible, el deber que tenemos que hacer, y cómo concentrar todas nuestras energías para lograr nuestros objetivos, y lograr dedicarnos con toda el alma a la acción, a "llevar el Mensaje a García"

El General García ya murió, pero siguen viviendo muchos Garcías en este mundo. Son todos los que tienen propio esfuerzo y propio optimismo y valentía para obrar.

Qué desánimo y desaliento sienten los hombres de empresa que necesitan la colaboración de gente entusiasta, y se quedan estupefactos ante la pereza, la falta de espíritu de sacrificio y de iniciativa, de energía y de perseverancia de sus colaboradores, para llevar a término la ejecución de las tareas que cada uno debe cumplir.

Por todas partes se ve aparecer la chabacanería, la desatención culpable, la despreocupación, la indiferencia. Estas parecen ser la regla general en el obrar de muchas personas. Muchos empleados cumplen tan descuidadamente sus deberes que si fueran soldados en una guerra ya los habrían fusilado por desertores. Y sin embargo no se puede obtener éxito en una empresa si no se logra que los trabajadores y los que mandan se dediquen con ardor a cumplir cada uno sus propios deberes.

La civilización busca ansiosa, insistentemente, esa clase de hombre o mujer, que cualquier cosa que pida lo consigue. Se le necesita en toda la ciudad, en todo el pueblo, en toda urbanización, en toda oficina, tienda o fábrica, en todo taller, en la escuela, en la casa. El mundo entero lo solicita a gritos: Se necesita y se necesita con urgencia al hombre, mujer, o joven que pueda llevar un "Mensaje a García"

NADIE HA FRACASADO 

MIENTRAS PUEDA 

EMPEZAR DE NUEVO


Tomado de FUNTADEHU

FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO HUMANO

Acogida que se hizo en el Pérez Bonalde, donde se reunió a un grupo de jóvenes de ambos sexos para aprender canciones y concientizarlos acerca del comportamiento

jueves, 29 de julio de 2021

LOS MAKIRITARES

 

El Marahuaka es una montaña misteriosa que se alza majestuosa en el pleno corazón del  Estado Amazonas. Para llegar a ella hay que luchar varios días  con selvas vírgenes e impenetrables, infinidad de ríos y raudales; es una montaña prácticamente inaccesible  por la verticalidad de sus paredes; es la montaña sagrada de los indígenas Yekuana o Makiritares, intrépidos navegantes; en la montaña mora la divinidad, hay culebras gigantescas, animales feroces y hasta hombres invisibles que la protegen. Antes de ser montaña fue un árbol gigantesco donde brotaron los frutos, los ríos y todo lo verde de la tierra. Al principio los hombres se alimentaban con el casabe enviado desde el cielo por la Dueña de la Yuca; la Hormiga 24 todos los días les traía agua, pero un día  bajó Odosha, el espíritu maligno y ellos se quedaron sin comida y sin bebida, por lo  que sólo comían tierra ya que no había otra cosa. Cuando ya no soportaron la sed, un hombre dijo que él conocía el camino de la Hormiga 24, por lo que  él se convirtió en pájaro y voló y voló hasta llegar al cielo, tomó el agua de un hermoso lago, regresó a la tierra, lo depositó en un espacio al que le dio el nombre de Casiquiare, 


única agua de la que disponían, pues todavía no existían ni los ríos, ni los manantiales, ni las lluvias, y todos para calmar su sed debían realizar  largos viajes hasta el charco sucio del  Casiquiare.

Luego vino otro hombre y dijo que iba a buscar el casabe porque conocía el camino y se convirtió en el pájaro Kuchi, y se fue volando y volando hasta llegar a la casa de la Dueña de la Yuca y allí observó el árbol altísimo con toda clase de frutos; al verlo le quitó un  pedazo, regresó a la tierra y lo plantó, y retoñó en la noche, se hizo tan grande  y cargado de frutos , que lo nombraron Dodaima, transformándose luego en el vocablo Roraima. Kushi era muy solicitado  para que diera pedacitos de árbol, pero la tierra era mal y no germinaban. Un día le llegó una mujer llamada Maduñawe que sabía de un lugar  de tierra buena, Kushi le dio el pedacito de árbol, el cual ella sembró, germinó y se cargó de frutos  y lo llamaron Marahuaca que significa "llegó nuestra comida", tenían mucha hambre  todos los que llegaban a contemplarlo, pero se entristecieron porque era demasiado alto y no podían alcanzar los  frutos. Por esto se dirigieron a su dios Wanadi  para que los ayudara; él creó los pájaros que volaran hasta las ramas y cortaran los grandes racimos, estos se les caían de los picos y aplastaba a los hombres. Entonces decidieron cortar el árbol   y vinieron cuatro hombres con 4 hachas que se resbalaban en el  tronco como si fuera en piedra.  Con esta situación los hombres se convirtieron en tucanes y empezaron a cortarlo con sus grandes picos, pero tampoco pudieron porque los picos se le quebraron y le quedaron en forma de serrucho. Luego vinieron los pájaros carpinteros y el mismo Wanadi vino a cortar como un carpintero real, pero lo que cortaban en el día se cerraba en la noche y amanecía intacto. La jefa de los pájaros, Semenia, propuso que cortaran por turnos , día y noche, unos cortando y otros descansando por varios días y Wanadi dio el último picazo; todos lo miraban temiendo por dónde iba a caer aquel árbol gigantesco, pero el Marahuaka no cayó, quedaron sus ramas colgando del cielo, entonces llamaron a  Kadiío, la ardilla para que subiera y cortara las ramas enredadas en el cielo; 


  Así sí el árbol cayó con un estruendo aterrador, toda la tierra tembló, parecía que el propio cielo se estaba cayendo, y los hombres corrieron a esconderse en las cuevas; cuando se atrevieron a salir, estaba lloviendo, esa fue la primera lluvia, raudales y cascadas chorreaban del Marahuaca, las lluvias se convirtieron en ríos,  


así nació el Orinoco, el Padamo, el  Cunucunuma, todos los ríos que empezaron a correr como enormes  culebras  sobre la tierra  y son excelentes caminos. El suelo se puso blandito y los hombres empezaron a sembrar, la selva se llenó de árboles, los conucos de frutos,  los hombres comían y celebraban, estaban muy felices; los pájaros carpinteros se fueron con Wanadi al cielo y  crearon el arcoiris, que es la corona de la gran culebra del agua,  con sus plumas que lanzaron al aire.  


El tronco del Marahuaca se partió en tres, al caer se convirtieron en piedra, que son las tres cumbres del Marahuaca, la montaña más alta de la tierra: "Ese fue el comienzo en el día que llegó nuestra comida" (así dicen los indios Makiritares)