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miércoles, 13 de abril de 2022

¿SOMOS DE MAÍZ O CÓMO ES LA COSA?

 


Somos Seres de Maíz

El vocablo “maíz” proviene de la lengua Taina de las Antillas, lo cual significa “lo que sustenta la vida”

¿Por qué somos seres de maíz?

Porque somos tan diversos y coloridos como las mazorcas que brotan de nuestro suelo; hay granos blancos, amarillos, rojos, morados, pintos; hay mazorcas chatas, alargadas, delgadas, gruesas, estilizadas.

Además, porque el maíz ha sido uno de los mayores regalos otorgados desde estas tierras al mundo y somos lo que damos.

Porque el maíz por efecto de la manipulación humana, terminó siendo un cereal cuyas semillas no se desgranan y dispersan en forma natural, el esfuerzo físico del ser humano es indispensable para liberarlas y permitir la continuación de la especie.

Y ciertamente porque con el maíz se siembra nuestra identidad, nuestras leyendas más antiguas, nuestra resistencia.

Resumiendo, el maíz es para nosotros, alimento, medicina, arte, rito, es nuestro sustento, nuestra vida está basada en el maíz.

¿Para qué sirve el maíz?

La lista es larguísima. El maíz tiene usos alimenticios, medicinales y un uso ilimitado en la industria.


Como alimento nosotros lo consumimos principalmente en las arepas, empanadas, aceite, pan, atoles, chicha, roscas, tortillas, tamales;

el maíz es rico en almidón, que se utiliza en el lavado de ropa y en la cocina. Con cierto tratamiento químico se hace un jarabe de almidón de maíz. De parte de este jarabe se obtiene azúcar de maíz o glucosa. El almidón  calentado y pulverizado se convierte en dextrina.

En esta forma se emplea para preparar pastas adherentes y mucílagos, como el de los sellos de correo y de las solapas de los sobres.


De los granos germinados se extrae, por presión, aceite de maíz.

Dicho aceite se utiliza como alimento y también en la fabricación de los barnices, pinturas, cauchos artificiales, y jabones, el residuo sirve como forraje.

El alcohol de maíz se emplea en grandes cantidades en la fabricación de caucho sintético; las tusas de las mazorcas se emplean en hacer pipas baratas de fumar. De las tusas se extrae también la sustancia química frutal, importante en la elaboración de resinas, disolventes e insecticidas. Las tusas se utilizan también como combustible.


Los tallos y las vainas se emplean para hacer colchones baratos. La médula de los tallos sirve para elaborar algodón pólvora, la pulpa de las cañas del maíz se emplea cada día más para fabricar papel. En la construcción de ciertos tabiques se utiliza caña de maíz en vez de yeso.

Recuerdo que cuando pequeña me iba de vacaciones a Palo Negro en el estado Aragua y mi Tío Clemente montaba una fogata en el patio y la muchachera nos sentábamos a esperar las mazorcas de maíz asadas, mientras contábamos cuentos de miedo. Felices y añorados días, de lo que queda sólo el recuerdo y una sonrisa incomprensible

Este texto tan interesante lo he extraido de la Revista Venezolana de los niños y niñas junio 2008 TRICOLOR No. 398, Ministerio del Poder Popular para la Educación Venezuela

viernes, 25 de junio de 2021

NUESTRAS CREENCIAS Y CULTURA


Nosotros  por cultura creemos en la existencia de muchos dioses, tanto hembras como varones, y si no creemos, porque los rechazamos, por cristianas, católicas, protestantes, anglicanas, mormona, testigo, etc aunque hayamos nacido en esa fuente inagotable de espiritualidad, de historias y leyendas, no nos metemos con ellos; tanto es así que tenemos en Venezuela, una montaña dedicada a ese tipo de experimentos, porque si lo vemos a través de internet, se realiza todo tipo de acertijos, curaciones, velatorios, ensalmes, tabacos, baños, bajadas de espíritus, dicen que cuando los espíritus no quieren a alguien ahí, no se lo permiten y algo les pasa en la entrada de la montaña.

Hay una simbiosis entre las festividades de la Iglesia Católica y esa parte espiritual de los pueblos, se dice que la curía hacía sus iglesias al lado de los lugares de culto de los dioses y los renombraba con el nombre de las Vírgenes de la iglesia y como muestra tenemos a Santa Bárbara, o a San Juan que justamente lo celebramos ayer 24 de junio, bajo un "palo de aguacero"  con cohetes, procesión, merienda y baile de tambor. 

Recuerdo en una oportunidad, una muchacha en Barlovento, cubierta de estampitas, cordón de San Francisco, Cristos, rosarios, tenía de todo en todo el cuerpo; porque yo le observo en la tira del sostén, una estampita a cada lado, y asombrada, le pregunto que qué es eso, y ella me responde, -Esa es una, mira aquí tengo más, y me enseñó por todo el cuerpo; estaba totalmente cubierta de santos, de todos los cielos. 

Me explicó que el marido tenía una mujer, que atentó contra ella, acosándola con el Ánima Sola; me contó que a ella la podían agarrar siete hombres y ella se les escapaba por encima para buscar un cuchillo o unas tijeras para agredirse. Para mi, esto era nuevo e increíble porque yo venía de Caracas y aquí, la gente si es renuente a exponer este tipo de ideas, y luego aquí en Ocumare está muy público o extendido este hecho, de celebrar juntos: iglesia y tradiciones.

Así pasó  el tiempo y la llevaron a Los Teques a un lugar adonde le daban latigazos con el cordón de San Francisco, con la finalidad de expulsar esta ánima o espíritu malvado posesionado de su cuerpo, que lo que quería era atentar contra ella y hacerla desaparecer. Cuando yo la conocí ya estaba recuperada, y ella me dice, bajando los ojos: -Vamos para tu casa, ok, salimos de su casa y llegamos a la mía; cuando entramos a la sala, ella se detiene y me agarra del brazo. (Yo había puesto en el piso del cuarto la ropa que iba a lavar, y arriba del montón estaba un pantalón azul claro)  Me dice:-Maestra Josefina, evita ponerte ropa azul claro, si la tienes dónala, sal de ella pero no te la pongas; yo asombrada, porque estaba justamente mirando hacia el cuarto y observando el montón de ropa sucia que estaba en el piso y el pantalón azul claro que ella no podía ver porque la pared se lo ocultaba; me quedé pensativa analizando lo que me estaba aconsejando y el malestar que me producía botar mi ropa azul claro, tan lindo color y que me quedaba tan bien.

Dejé de usarla por un tiempo, la guardé dobladita en el escaparate hasta que un buen día, me reencontré con mi ropa azul celeste, ya me había olvidado del sermón y me volví a vestir... de... azul celeste.... y feliz y contenta...y al que no le guste que no lo cuente.


Pero el cuento de hoy no es ese... mañana será otro día.