viernes, 30 de marzo de 2018

"Amado por las Ninfas"

Antes de iniciar la continuación de Amado por las Ninfas, vamos a deleitarnos con música venezolana, música de mi Patria VENEZUELA, a la que amo profundamente.


La Sierpe.

Lloraba, sí, de la adversidad que lo estragaba, sintiéndose execrado desde el mismo instante en el cual fue arrancado de la troja, elaborada por las manos amorosas de Natividad y "llevado por un hombre peludo", como así lo describió su hermanita María de los Angeles, de sólo tres añitos, a quien la madre amarró a las patas de la cuna, para que, en su ausencia no tocara al bebé con sus caprichos.
Se dispusieron a ejecutar el fin de aquella insólita situación y por instinto recorrieron la inmensidad, desenfrenados, impetuosos, jadeantes, hasta llegar a la casa donde supuestamente se había desaparecido un niño de tan sólo ocho días de nacido y cuya madre, en aras del dolor y el infortunio, con el rostro petrificado, con surcos por el manantial ya seco de sus ojos; con el alma ausente, fue llevada intempestivamente junto con parte de la población, para rezar y disparar, hasta el pozo de "Ña Sabá", consiguiendo así alejar a la "sierpe", como creían, para siempre, por lo menos retirarla de su presencia eran sus deseos hata el 2018.
Una dulce y hermosa ninfa susurraba al cristalino el nombre de Julio y su deseo de tenerlo otra vez entre sus brazos, pues su padre, uno de los dioses de las aguas, lo había convertido en mortal y que pagara con ello el atrevimiento de pretender a su princesa.
Con murmullos melodiosos lo llamaba, y sus amigos, las otras entidades acuáticas, hicieron accesible otra vez el reencuentro;  rauda como lo que era, llegó a su presencia; era tal el sufrimiento agobiante de su alma enamorada que en un arrobamiento ineludible de feliz inspiración, lo encuentra ese día en la población de Marín, en faenas familiares y sin pensarlo, se convirtió en charco, por donde sabía que él pasaría, cuando oyó a la madre decirle:
-Julio, pásame un bejuco largo para amarrar ese haz de leña... 
                                     
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                                      Próximo capítulo: El Chirrete de Agua.........




jueves, 29 de marzo de 2018

"Amado por las Ninfas" (Una historia real)

Se escuchaba, imperceptible, el quejido de un frágil retoño, en lo profundo del monte, y los cazadores que se habían levantado bien temprano, entusiasmados por el día a disfrutar, una vez alejados de la comunidad donde vivían, franquearon sutilmente la hojarasca silente y a la vez bulliciosa, por el gorgojeo alborozado de los grillos y chicharras que anunciaban la lluvia nuevamente; ensimismados, con la cadencia nirvana de las aguas de la quebrada de Güiripa, chocando con las piedras, el oxígeno que fluye burbujeante entre peces de múltiples colores y las ninfas que se cubren de pieles singulares y engañan al humano para hacerlo caer entre sus redes.
Opacando ese mundo fantástico, los rayos durmientes del ocaso, desperezándose de sueño, buscando cobijo entre las nubes y aupando a los seres que caldea, a sostener un romance con la luna; aguas que corren libremente por el cuerpo amado de las tierras vírgenes de la población de San Casimiro.
Su imaginación vivaz empezó a divagar con los cuentos de "aparecidos" y se figuraron a gnomos y ninfas escondidos entre los árboles y esa imaginación, en ese momento atolondrada les trajo de golpe ideas imprecisas, deseos intangibles de soñar y esperar del  futuro..... lo inimaginable.
Caminaron cuidadosamente, se paralizaron de pronto y su asombro fue tal, que se abrazaron inconscientemente, cuando la realidad les hizo observar a una "inexpresiva" macaurel, enrollada a la orilla de la quebrada, camuflada por las raíces de un árbol, acunando benigna en su cola, a un bebé, quien a ratos hacía pucheros y a ratos lloraba, con frío, hambre, casi deshidratado, abriendo inconsistente los labiecitos, buscando inútilmente el néctar albo de la madre, el regazo tibio, las manos toscas y amorosas que le arrullaron, y esos ojos dulces, ofrendas de amor, inmenso amor sólo para él, expresado en cada uno de sus cantos, en cada uno de sus mimos, en cada una de sus palabras de campesina, llana, simple, como la naturaleza que lo cobijaba.........