HALLACA VENEZOLANA

Cuentan los que cuentan que la hallaca venezolana se inventó cuando los esclavos avizoraban lo que sus amos no se comían, como carecían de platos, tomaron hojas de plátano, le colocaron la masa del maíz, recogieron todos los ingredientes y los colocaron en el centro de la masa, envolvieron, amarraron, cocinaron y de allí salió la exquisita hallaca que podemos degustar hoy día. A continuación, voy a dar los ingredientes para su posterior preparación
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Un kilo de pernil de cochino
2 kilos de carne de res
2 kilos de gallina hervida
1/2 kilo de de tocino cocido
1 1/2 kilo de cebolla cortada en dados
1/2 kilo de ajoporro
1/4 de kilo de cebollín
3/4 taza de ajo
1/2 taza de alcaparras
1 kilo de pimentón rojo en juliana
2 kilos de tomate (opcional)
1 taza de pasitas de uva
1/4 de taza de ají dulce
2 tazas de vino de mesa
1 kilo de harina de maíz
sal
pimienta
aceite de onoto

Adorno
1 k. de pimentón en juliana
1/2 k. de tocino cortado en tiritas
1/2 k. de cochino en tiritas
1/2 k. de pechuga en tiras
1/2 k. de cebolla en aros
200 gramos de alcaparras
400 gr. de aceitunas, rellenas o no
1/2 k. de pasitas
Encurtidos a gusto

Hojas

50 pedazos de hojas de plátano de unos 30x30 cm, ahumados en fogata
50 pedazos de hojas de plátano de 20x20 cm en igual condición
50 tiras de hojas de plátano de 15x20 cm
1 rollo de pabilo
1 olla grande
carbón para la fogata

Es de recordar que al agua de la olla se le debe agregar sal para que la hallaca no la pierda y vayan a quedar simples. Yo particularmente además de agregarle aceite de onoto a la masa, le licúo monte para darle sabor: perejil, cilantro ...,  amaso bien , mientras ya están lavadas las hoja y secas con un paño limpio. Tomas una cucharada de masa, agregas aceite de onoto a la hoja, la riegas y con un plástico vas difuminando la masa hasta que quede delgadita, empiezas a colocar los ingredientes con sus respectivos adornos, unes dos caras de las hojas y doblas dos veces, doblas arriba y abajo, colocas la otra hoja, doblando otra vez, colocas la cinturilla para empezar a darle con el pabilo todas las vueltas que necesite. Montas a hervir por lo menos una media hora, tocas estilo tambor y si suena así ya te puedes dar el gusto. Si te sobra mucho ingrediente, los unes todos con la masa y haces los bollitos, y sigues el mismo procedimiento, de amarrado, hervido y listo. Las puedes guardar en el refrigerador, antes o después de cocidas.

 

SÚCUTA

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Imagen cuando estuvimos reunidos con la Escuela Venezolana de Planificación.
Atrás los maestros de El Hornito, con los niños del preescolar. la comunidad y
 mi persona  la segunda a la derecha.

Súcuta está integrada a la sub-región Valles del Tuy, municipio autónomo Tomás Lander; está conformado por los siguientes sectores: El Peñón, El Hornito, Las Yaguas (Arriba, Abajo, Centro), El Trapiche, Los Mamones, Barrio Nuevo, José Félix Ribas, Las Casitas, Los Callejones, La Unión.
La palabra Súcuta, es un vocablo indígena que significa "Río de agua abundante"; la tradición está cimentada en los juegos de metras, trompo, perinola, papagayo.
Las celebraciones tradicionales son: la Procesión del Santo Cristo, velada de la Cruz de Mayo, fiesta de la Virgen de Coromoto, de San Diego de Alcalá, Navidad, Carnaval y otras.
Los bailes son: el joropo tuyero, baile de tambor, música moderna.
Las haciendas cultivaban café, cacao, caña de azúcar.
Como vestigio de esa época floreciente quedó en pie un trapiche, cerca del río, donde trasladaban la mercancía, que consistía en verduras y frutas, el cual debería ser retomado por la comunidad, para resguardo del patrimonio  ya que por el poco caudal de agua no puede servir como transporte con canoas.
Los acontecimientos históricos nos guían hasta el prócer de la independencia José Félix Ribas, cuando pasó en una litera, enfermo, hacia Ocumare del Tuy, decidido a luchar con Rosete que masacraba este pueblo, lo que demuestra la importancia histórico-cultural y patrimonial de esta comunidad.
Ha habido muchos cambios en el uso del suelo ya que ha perdido su sustancia como zona netamente agrícola, aunque en sus recursos todavía hay paisajismo, están las ruinas del trapiche, y la más importante de todas, está la Cueva de Mauricio como lugar donde se cuenta todo el abanico de historias, mitos y leyendas de Mauricio el Encantado, habitante perenne de las Cuevas del Peñón, a donde se llega en taxi, jeep o en excursión por carretera pavimentada, a donde se debe llegar con la asistencia del Consejo Comunal y su promotora cultural Maglenys Salas.
En asistencia social existe un Medicentro, las escuelas de Súcuta El Hornito, Las Casitas, Unidad Educativa José F. Ribas

SLOHIMA, MI HADA MADRINA

Amiguitos, hoy les voy a contar la historia de Slohima.

Esta es un hada
¡¡Mi hada madrina!!



Es tan diferente a todas las hadas,
ya que es una linda viejecita
que con sus alas arrugadas
y su corazoncito en la mano
se dispone a enderezar todos los entuertos,
todas las cosas que están mal hechas.

Como sus alas ya no tienen la fuerza de la juventud
se amarra tres globos y


se monta sobre una patineta encantada
que vuela por los aires
y llega hasta el lugar
donde está el malvado
o lo mal hecho
que a ella no le gusta.


Esta pequeñísima hada
de un metro de alto
tiene los ojos grandes y vivaces
el pelo peinado en largas crinejas
...tan largas que...
incluso.....
puede amarrarse
de los árboles
para mecerse hasta que
se queda dormida
y las patinetas se le salen de los pies.




Slohima nació en una escuelita de Ocumare del Tuy
brotó en un momento
de creación subliminal


Y espera que todos la amen, como ella los ama a ustedes....¡¡¡¡¡¡

LA PRINCESA ZULIA

Estado Zulia

Hace mucho tiempo, el cacique Mara, vivía en un poblado a orillas del lago y tenía un hijo llamado Guaimaral, quien decidió hacer un largo viaje para aplacar una silenciosa y honda tristeza que le pesaba en el pecho, con estas palabras se despidió de su padre: Padre estoy triste, estoy cansado de buscar la alegría y no la encuentro, quizás si emprendo un viaje, cuando vea los ríos, tomaré agua fresca y lavaré con ella mi rostro para que se lleve mis angustias, mi dolor, mis ahogos, necesito quitar el color tan grisáseo de las nubes que aduerme mi alma haciéndola llover, aunque no lo creo, pero estoy triste y no sé por qué estoy triste.

Guaimaral tomó viaje, navegó hacia el sur, se internó por la boca del río Catatumbo y llegó a las tierras del cacique Cúcuta y, con el amor, volvió a latirle el pecho de alegría. En estas tierras, fue muy bien recibido y unos meses después celebraron el matrimonio con una de las hijas del cacique, aunque la felicidad duró poco, pues la joven murió dejándolo sólo, otra vez.  

Con una tristeza más fuerte que la anterior, Guaimaral decide continuar su viaje, pero hacia las montañas, aún escuchando los ruegos del cacique, que le ofrecía alguna otra de sus hijas para hacer sonreír su corazón; pero con la seguridad que le ofrecía el infinito, inició su viaje, con una desesperación tan increíble como atrapado por fuerzas arrebatadoras que no era capaz de hacer oposición.

Remontó el río, llegó a las tierras del gran cacique Cínera, que vivía con su hija Zulia, y que al solo verla se sintió atraído irresistiblemente, locamente enamorado y en ese momento se dio cuenta que ese imán que lo atraía inconscientemente era Zulia, que lo llamaba a través de la distancia.

Este amor, crecía, y se alimentaba como una hoguera de ellos mismos, se casaron y la tristezas de Guaimaral fueron desapareciendo ya que en su lugar se estaba implantando la fuerza de este gran amor, como un ramillete de olorosas flores que impregnaba el ambiente con su frescura.... pero un día llegaron unos hombres blancos, codiciosos, malos, sembradores del terror, con incomprensibles armas que de un fogonazo mataba a los indígenas, queriendo robar sus tierras, sus riquezas, sus propiedades, sus mujeres.. y se fueron todos a combate.

La princesa Zulia era una mujer valerosa, sobresalía ante todos, por la destreza que exponía ante sus compañeros de lucha, hasta que sin saber cómo, de dónde, un disparo de arcabuz la hizo caer en brazos de la diosa muerte, que sabiendo lo bella y valerosa que era, con orgullo la arrancó de su preciosa vida.

Desesperado y devariando de dolor, montó en una canoa y con gritos lastimeros, iba llamándola  por el cauce del río:  ¡¡¡¡¡¡¡ZULIA!!!!!!! ZULIA!!!!!!!ZULIA!!!!!!!, 

como si con nombrarla le devolviera la vida tan atrozmente arrancada, mientras densas lágrimas corrían por su rostro y aumentaban las aguas circundantes.

Fiesta de Navidad en el preescolar

Los niños jugaron, bailaron, al compás de una computadora, luego se dispusieron a almorzar arroz con pollo y un bollito de pollo, brindado por la escuela; para finalizar se fueron con su cotillón, elaborado por sus padres; para concluir el día, los maestros nos reunimos para saborear unas tortas y un plato de arroz guisado y bollito de pollo, con jugos. Cada docente preparó una torta, en total me obsequiaron ocho tortas de sabores diferentes, muy ricas todas y un arroz con leche, comida venezolana.

Cultivo FRIJOL DE CACAO

FRIJOL DE CACAO

Parecen unas almendras, blancos, de consistencia dura, los puse a tostar en la cocina dentro de un sartén seco, luego lo aplasté en un mortero, colé con un colador y el polvito que quedó, como la nenerina le agregué azúcar, leche y lo dí a probar a mis nietas. Al probarlo se siente el aroma a chocolate, no tan intenso como el de cacao. Las vainas son realmente grandes, como de tres dedos de ancho y entre 20 y 25 centímetros de largo

GUARATARÍ

Este poderoso indígena caribe, ha sido un personaje controversial entre todos los caciques venezolanos, ya que se le atribuían 

poderes sobrenaturales, pues nunca nunca resultó herido, 

ni maltratado en todas las numerosas batallas a donde 

incursionó, Cuentan los que cuentan que poseía 

un amuleto, preparado por un compañero 

inseparable   que   tenía   llamado   "El 

Tiznado" aficionado a embadurnarse 

de tiznes de las hogueras, y quien 

se dijo era brujo y lo dotaba 

de esos poderes.

Por todas esas historias, Guaratarí era considerado cruel y sanguinario por algunos y otros valiente y justiciero, ya 

que no solamente se opuso férreamente a los 

conquistadores, sino que además entabló 

una lucha a muerte con aquellos 

indígenas que se entregaban a 

los invasores.

Uno de los que cedió fue Queipa, un cacique jirahara, cuya 

tribu  fue arrasada por Guaratarí y quien pereció en manos

de El Tiznado. Cuenta la leyenda que al morir El Tiznado, 

Guaratarí perdió sus extraordinarios poderes, y se sintió 

tan desamparado que a consecuencia de ello fue 

muerto por una bala española en una de las 

batallas cuando intentaba tomar la 

ciudad de Valencia   

LA ANACONDA LAGUNERA

Reseña histórica

La creación de este baile nace por los comentarios de los habitantes del sector de Súcuta, donde existe una laguna denominada Marare, ya que se encuentra dentro del parcelamiento del mismo nombre; lo cierto es que los vecinos aseguran haber visto en sus orillas una culebra aproximadamente de 15 metros de largo, de colores variables y hasta creen de personas que han muerto ahogadas ahí es por obra de este ser, que de paso la consideran como un encanto, de aparecer y desaparecer; nunca nadie se le ha podido acercar y el que ha logrado llegar hasta la orilla, no se le ha visto regresar jamás.

Dice un vecino del lugar que dos personas que se arriesgaron a entrar con un bote para cazar a la anaconda, lograron verla en el fondo reposando tranquilamente y cuando los vió, se molestó tanto con el ruido que hicieron, que se levantó y se los llevó; toda esta historia me llevó a escribir y componer esta canción la que le presento a continuación:

Los vecinos de Marare

se encuentran muy alarmados

pues dicen que una anaconda

al lugar se ha presentado.

Comentan que la culebra

tiene algo de peculiar

pues sale de la laguna (bis)

y se pone a merenguear.

Estribillo

Allá viene la anaconda

tiene patas de ciempiés

y moviendo la colita

tongonea todo su ser.

Esta anaconda señores

según lo ha contado Luis

es una culebra larga

con los ojos de Rubí

Tiene cola de diamantes

de lejos se puede ver

con la barriga vacía y 

buscando qué comer.

Allá viene....

Tengan cuidado vecinos

no se vayan a cruzar 

no pasen por la laguna

mucho menos a bañar

Esta anaconda se esconde

dispuesta para cazar

al primero que se encuentre

se lo puede dorar.

Ya se marcha anaconda

con sus patas de ciempiés

y moviendo la colita

tongonea todo su ser.

Libro Abierto: Rafael Arvelo

Con motivo de escuchar el resurgimiento de la anaconda, con la noticia de un hombre que fue vomitado por este animal y lo dejó en la orilla de la laguna, y la expresión de una mujer que dice que la dejen tranquila que esa era su mascota; por eso, hago este recuento en la voz del que escribe, Libro Abierto de Súcuta prof. Rafael Arvelo que nos contagió con sus historias recopiladas de esta región mirandina.

YARACUY

Era nieto del cacique Yare e hijo de Chilúa, el unificador de la nación Yaracuy. Él logró agrupar a más de quinientas poblaciones indígenas y en la batalla de Cuycutía logró vencer al capitán Vargas que se había instalado en un fuerte cercano, con una gran cantidad de hombres y armas, a donde llegó Yaracuy a exigirle que se alejara de su territorio, pero ante la negativa del español , lo atacó destruyendo completamente la plaza. El gobernador García Paredes acudió en auxilio de los vencidos, alcanzando a Yaracuy, que ya había dispersado las otras tribus y fue hecho prisionero y condenado a morir..
En Archipiélago de la historia de José R. Mena., la historia se cuenta que: El cacique Yaracuy habitaba las tierras que hoy llevan su nombre, era valiente como todos los valientes aborígenes, caribes o no. Cuando llegó a estas tierras el conquistador Nicolás Federman o Fedreman según algunos uno de los adelantados a los Belzares, invadió los territorios de los aborígenes, en un encuentro que sostuvieron, el cacique Yaracuy cayó prisionero y fue abandonado por los suyos, lo que significaba el derrumbe del imperio que llevaba su nombre.
La implacable sentencia debía cumplirse al despertar el día. El cacique no obstante, se mantuvo tranquilo, sin manifestar temor ni miedo "El jardín inmenso del valle del Yaracuy lloraba de pena al contemplar a su hijo atado recientemente a un árbol, después de haber triunfado sobre el arcabus y el caballo",  pero allí estaba él, altivo, vistiendo un traje de colores con ajorcas en sus brazos y plumajes blancos cubriendo su frente, contemplando sus caminos, sus ríos, sus pájaros canoros y haciendo sus últimas meditaciones.
Yaracuy pidió una gracia antes de morir, pidió que se le permitiese, por un momento, despedirse de su paisaje.
Los españoles no opusieron dificultades, por el contrario, en vista de tan extraño pedimento, le dieron libertad por cinco minutos. el conquistador lo invitó a sentarse en el césped, mas el cacique rechazó la invitación, lo dejaron solo un instante, sin temor a sospechas pues estaba suficientemente vigilado, pero cuando los custodios se distrajeron un instante, Yaracuy se abalanzó sobre Federman, le arrebató la espada y lo traspasó con ella y así como a tres soldados más, hasta que el fuego de los arcabuces puso fin a uno de los más valientes hijos del imperio del Yaracuy.
Y cuéntase que el cacique antes de morir, pronunció estas palabras que bien hablaban de su carácter y su valentía: 

"!!!!Muero, pero no muero solo¡¡¡¡" 

Obra de Alejandro Colina: Yaracuy

YORACO

El cacique Yoraco nació en la Sierra cercana al valle de Tácata, organizó su tribu y se alió a otros caciques para tratar de expulsar a los extranjeros de su tierra; su figura se hizo legendaria en toda la región, ya que se dice que poseía un amuleto que lo haría inmortal.

al conocer esto, el capitán García González decidió eliminarlo, y así se encontraron un día frente a frente y Yoraco lo desafió a lucha personal, a la que accedió el conquistador, hombre también de valentía.

Comenzó el duelo y la oscuridad de la noche los sorprendió en plena lucha, sin que ninguno de los dos combatientes diera muestras de flaqueza; lucharon cuerpo a cuerpo, durante horas y ninguno de los dos resultaba vencedor, hasta que Garci-González viendo la fiereza del aborigen solicitó una tregua; aquí nació el primer armisticio en esta tierra, los campeones se dieron la mano y llenos de recíproca admiración, cada quien se fue a su campamento y a su montaña.

Al poco tiempo un soldado español a las órdenes del capitán Rodríguez Suárez lo atravesó con una lanza.

Que traicionero¡¡¡¡¡