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domingo, 6 de marzo de 2022

EL CONEJO

 Este es un cuento indígena warao, adaptado por Maruja Casanova. En el dialecto warao la primera parte y  traducido la siguiente.



1.- Konejo ujú nonaya. Nonayakore tobe kuare bojitanae. Dibunae; Konejo ¿katukane takitane iji úu nonaya?

1.- Un día un conejo estaba haciendo un mapire. Mientras lo hacía, apareció un tigre y le dijo:

-Hola, conejo, ¿Para qué estás haciendo ese mapire?


2.- ¡Ujum jú! ¡Ai tobe...! Detanaka taneuraitu taisía kujuya... -¿Katukane?

-¿Iji naminanaja naba sabasabamo joida iridaja naoya kotal...?

2.- ¡Um jú...! ¡Ay, tigre...! ¿Y tú andas por ahí tan tranquilo...?

-Pero ¿Qué es lo que pasa?

-¿No te has enterado de una creciente grandísima que viene llegando de las cabeceras del río?


3.- Tuatiakore, ¿Katukane takitane iji úu nonaya?

-Tai joida jakotai tamajasaí dijakore ine kuai batokonae takitane.

3.- No, no estaba enterado. Aunque eso se cierto, ¿Se puede saber para qué estás haciendo ese mapire?

- Para cuando la creciente llegue por aquí, me encuentre colgado ahí arriba


4.- Tobe dibunae: Konejo, tuatiakore ini aurajabara ma saba nonao.

-Yakera, tobe, Ini aurajabara ji saba nonate.

4.- Entonces, el tigre le dijo: -Conejo, si así es la cosa, ve haciendo primero mi cesto.

-Está bien, tigre, voy a hacer primero tu cesto.


5.- Nonae diana. Nonai, nonai. Nonaitane dibunae: -Tobe, eku, dujanu mikitane. Tobe eku dujakore, yakera, diana kayuka.

Ama sike ini ariae. Arine a kojo sekojiae. Sekojei, sekojei tane.

5.- Y comenzó a hacerlo inmediatamente. Teje que teje. Cuando estuvo hecho, le dijo: -Tigre, acomódate adentro para probar cómo quedó.

El tigre se sentó dentro del cesto. Y ¡qué bien! Estaba a la medida.

Entonces, el conejo arrancó el bejuco de un árbol y comenzó a coser la boca del cesto, cose que cose.


6.- Ini mutau takare dibunae diana konejo: -¿Kasabuka iji batokate? Taisía ma ibatokanu

6.- Cuando el conejo acabó de cerrarla, le preguntó al tigre: -¿Dónde quieres que te cuelgue?

- Cuélgame de ahí mismo, le respondió.


7.- Ama sike konejo jakotai úu-torotorou oane kuai batokonae Batokoitane debunae:

-Tobe ini sejoro saba naukitía. Amauritu ine naote. Ine arakate ma anamu tane nonakitía.

7.- Entonces el conejo, agarrando aquel mapire-jaula, lo colgó donde el tigre le había indicado y le dijo:

-Tigre, yo me voy a buscar juncos. Ahorita mimo vengo, pues tengo que hacer también mi cesto.


8.- Naruae diana

Ya iridaja ekida imananau, Ina iridaja ekida jese imananau. Jokotane ekida jesi imananau. Tuatane ya manamo eku diana. Tobe nojera botukataya diana

8.- Y diciendo esto, se marchó.

En todo el día no apareció, llegó la noche, pasó toda la noche y el conejo no había regresado. Volvió a amanecer y a oscurecer y nada. Ya habían pasado dos días. Y el tigre se estaba muriendo de hambre.


9.- Tiakore domu eraja nabakanae tatuka. Tai domu abujene. Amasike tobe nibunae.

- Abujene, ma a kojoebujenu

-¡Um jú! Iji ma najorote..

-Ine ji najoronaja

-Ma najorote, Ji a kojo ebujinaja. Tane dibune naruae.

9.- En eso, llegó por allí una bandada de pájaros. Eran guacamayas azules. Entonces, el tigre le dijo a un guacamayo: -Guacamayo, quítale el bejuco al cesto.

-!Um jú.. ¡ Tú me quieres comer...

-No, no te comeré,

-Yo creo que sí. Mejor no le quito el bejuco al cesto. Y se marcharon los guacamayos.


10.- Ama sike, nokabukaya, urai eraja nabakanae. Nabakakore tobe dibunae: -Wai, ma a kojo ebujenu. Wai dibunae.

-Wai, ma a kojo ebujenu. Wai dibunae.

-¡Um jú, um jú! Iji ma  najorote.

-Ekida, Ine ji najoronaja, Ma a kojo ebujenu.

-Iji ma najorote.

Tane debune naruae.

10. Detrás de ellos llegó una familia de araguatos. Cuando llegaron, el tigre le dijo a uno: 

- Araguatico, quítale el bejuco al cesto.

El araguato le dijo: -No, no...Tú me vas a comee.

-Te aseguro que no te comeré. Quita el bejuco.

-Tú me vas a comer.

Y diciéndole esto, se marcharon.


11.- Ama sike nokabukaya naku eraja, kuare nabakanae. Aurajabara naruyajasi aisía dibunae:

- ¡Naku jú! Iji ma najorote. Tane dibane urayabanae.

Jisaka aurajukatu naruyaja aisía dibunae; Naku, ma a kojo ebujenu.

-¡Um jú! Iji ma najorote

- Ekida, Ine ji najoronaja, Naku, ma a kojo ebujenu....

-¿Nomeuritu yi ma najoronaja? Iji ma najorote.

-Nome ini ji najoronada

-Tuatiakore ine ji a kojo ebujete

11.- Y sucedió que detrás de ellos llegó una numerosa famili de monos. Al primero de todos ellos le dijo: 

-Monito, quítale el bejuco al cesto.

-¡Um jú! Tú me vas a comer. Y diciéndole esto, pasó adelante.

Al que iba de último en la cola, le dijo: -Monito quita el bejuco

-¡Um jú! Tú me vas a comer. -Te aseguro que no. Yo no te comeré . Anda monito, quítale el bejuco.

-Pero, ¿Es verdad que no me comerás? Tú me vas a comer

-Bueno, siendo así, le voy a quitar el bejuco a la cesta


12.- Tane diana uría abane ebujinae. Ebují, ebují, ebujé, tane Diana a koyana jisak bajinae ja. Ebujiakore tobe naku aonae.Aisiko nakae joaika.

12.- Y comenzó a destejer la boca del cesto, descose que descose, descose que descose. Ya sólo faltaba una puntada y cuando el mono la estaba sacando, el tigre le echó las garras y ambos cayeron al suelo.


13.-Nakakore ama sike naku dibunae

-Taneuraitu m najorokore, iji jajinanaja. Tiakuare sanuka kuai ma eburanu. Ma eburakore ine kuaimo ji rokeku nakate.

13.- Nada más caer, el mono le dijo al tigre: -Si me comes en esta forma, te vas a atragantar. Por eso es mejor, que me lances un poquito hacia arriba. Así cuando vaya de bajada caeré directo en tus fauces.


14.- Tobe dibunae: -Iji konejo

Naku dibunae: -Nome, tobe, Ine yaburuyacore, ji doko ekuuraitu koratate. tuatakore seke iji jajinate

14.- El tigre le dijo: -Me estás engañando, pero el mono aseguró:

-Tigre, te digo la verdad. Cuando yo suba para allá arriba, tú abres la boca. Así yo podré caer bien dentro de ella. De este modo no se te cortará la respiración. 

15.- Tanae ja tobe naku eburunae. Eburukore, naku jakotai kuai yaburuae. Tatamo seorakore, a doku toutía. Tanae ja sike naku jakanae diana.

15.- Y efectivamente, el tigre lanzó para arriba al mono. El mono en el aire... moneó y brincó muy alto. Desde allí, vio la bocota del tigre abierta esperándolo. Pero él, salió corriendo a todo brinco.


16.- Jakakore, nokabuka tobe, nojera.

Araimuju dijaka najiriae ja kuai kuaitía.

Ama sike tobe dibunae.

- Ama, konejo mikore nate, najorote ine.

16.- Al escapársele, el tigre siguió muerto de hambre.. Se acostó de espaldas y quedó panza arriba. Hasta que se dijo: -Ahora como logre ver al conejo, lo atrapo y me lo como.

17.- Naruae diana konejo a omunoko ekuya. Narui, naruitane konejo miae. Mitane oanae diana. Oakore, konejo debunae; 

-Tobe, taneuraitu ma najorokore iji jajinanaja. Ma a jarako ja: masi iridaja. Ine ji saba konakitía. Tamatika ma urakau

17.- Y se fue siguiendo la vereda del conejo.Camina, caminando, vio al conejo. Nada más verlo, lo atrapó. El conejo al verse atrapado le dijo:

-Tigre, si me comes en esta forma,te vas a atragantar. Yo tengo un venado de buen tamaño. Te lo voy a traer. Espérame aquí.


18.- Tobe konejo a ribu nokoae, labanae diana.  La bakore konejo jakanae. Ama sike tobe konejo urakaya. Wakae tane: ekida.

18.- El tigre creyó las palabras del conejo y lo soltó. Al instante, el konejo salió corriendo. El tigre se quedó esperando al conejo, espera que espera...pero nada.

19.- Tobe dibunae: - Ama sike nome konejo mikore najorote, lamo narukore minatanae diana.

19.- Entonces el tigre dijo entre dientes: -Ahora sí es verdad que, cuando vea al conejo, me lo como.

Salió tras él, pero le fue imposible encontrarlo. 

20.- Tiakuare tobe nojera urabaturuae konejo a obonona.

20.- Y así fue como el tigre estuvo a punto de morir de hambre por la astucia del conejo


miércoles, 21 de julio de 2021

EL ENGAÑO

En una oportunidad Tío Conejo estaba tejiendo un mapire, con fibra de mamures, cuando se presenta Tío Tigre: -¿Para qué es ese mapire? -Uh..ju¡Caramba tigre!, ¡Sigue por ahí tan campante!        -Adiós peroles, no ves la gran inundación que viene del río?.
-Y eso que tiene que ver, con el mapire que estás haciendo?
-Pues, cuando la creciente inunde todo, yo lo colgaré arriba para vivir en él.
-Pues, conejo, si eso es así, el primero que hagas debe ser para mí.
Estupendo tigre, primero tu mapire! y puso manos a la obra...
Tío Conejo... hace y hace...teje y teje. -¡Tigre acomódate dentro del mapire para ver cómo te queda!
El tigre se acomodó dentro del mapire, pero aún le quedaba corto, Tío Conejo siguió teje que teje, y le dijo de nuevo: -¡Tío Tigre métete en el mapire para ver si te queda bien. -¡Por supuesto!. Se metió Tío Tigre en el mapire y vio que le quedaba exacto.  Entonces Tío Conejo se levantó y fue a buscar más fibra de mamures, trajo bastante y siguió teje que teje hasta quedar bien tupido el mapire; con esta vista, la cesta tejida y con el tigre dentro, Tío Conejo le dice al prisionero: -Tío Tigre, ¿Dónde quieres que te cuelgue? -Bueno, ¡cuélgame por ahí!. 
Sin pérdida de tiempo, el conejo agarró el mapire y lo colgó bien arriba de un árbol, diciéndole: -¡Tío Tigre, vuelvo enseguida, sabes que tengo que hacer el mapire para meterme yo!, y se marchó... transcurrió el día y no regresó...pasaron dos días y no regresó. El tigre se estaba muriendo de hambre y con las costillas pegadas, pero pasó por ahí una bandada de aves y el tigre dijo a uno de los guacamayos: ¡Ábreme la puerta del mapire! -¡No! ¡Tú me vas a comer! -¡No, yo no te comeré! pero...siguió de largo.
Un mono araguato que venía en grupo pasó por ahí y contemplando la situación por la que estaba pasando el tigre, él se acercó pausadamente y: -¡Mono, ábreme la puerta del mapire!       -¡Caramba, Tío Tigre tú me quieres comer!-¡No, yo no te comeré!  -¿De verdad, de verdad, tú no me vas a comer? -¡De verdad, de verdad yo no te comeré! _¡Si eso es así, yo abriré la boca de tu mapire!  Y tal como lo dijo, poco a poco lo fue destejiendo, cuando quedaba nada mas que uno de los amarres de la cabuyera, el tigre sacó su zarpa y agarró al mono, cayendo los dos al suelo: -¡Ayayay! ¡Tío Tigre, si me comes ahorita no te hartarás, lánzame para arriba y abre la bocota, para que te caiga directamente en el gañote y quedarás satisfecho cuando me engullas!. Tío Tigre lo lanzó y el mono agarrándose con sus patas y rabo desapareció de aquellas fauces abiertas que lo esperaba. El tigre, en el suelo, sin fuerzas, con hambre, adolorido, pensó entonces: ¡Voy a buscar al mentiroso! y siguió sus huellas -¡Cuando lo encuentre me lo comeré!. Apenas lo vio, se le acercó sigilosamente y lo atrapó con sus garras. Reaccionando, el conejo le propuso: ¡Espera, si me comes quedarás con hambre, yo tengo un venado muy grande, te lo traeré, espérame aquí!. El tigre creyó otra vez en el conejo y lo dejó en libertad; al dejarlo pegó una buena carrera ¡júuuuuuyelo, paticas pa´qué te tengo!. Tío Tigre esperó pacientemente la vuelta del conejo, y como no volvía, lo fue a buscar refunfuñando:
¡Ahora sí me voy a comer al conejo!, ( cuando llegue a donde está)
¡Ahora sí me voy a comer al  conejo!
¡Es Ahora, o Nunca!
¡Ahora sí!, esta es la oportunidad
¡Ahora sí será!

Como moraleja: Los tigres son ingenuos y creídos....
Como refrán: Más vale maña que fuerza.....
 

martes, 8 de junio de 2021

HOJARASQUERITO DEL MONTE

Este cuento es de Francisco Tamayo, sobre las aventuras de Tío Tigre y Tío Conejo,. 

Tío Tigre estaba furioso con las repetidas burlas de que lo hacía objeto Tío Conejo y, por eso, se puso a pensar sobre el modo en cómo podría desquitarse. Aquello no era ya un problema alimenticio, puesto que el día anterior, Tío Tigre se había regalado ampliamente con las tiernas carnes de una novilla; era algo más serio, era su honor de Tío Tigre que estaba comprometido con los chascos hirientes de Tío Conejo. Tío Tigre pensaba reclinado en una piedra y apoyando su hermosa cabeza jaspeada en una pata delantera. Así estuvo mucho tiempo, no se sabe cuánto, pero con ello, se le ocurrió un ardid: se apostaría en la orilla del pozo donde Tío Conejo acostumbraba tomar agua y cuando éste llegara ¡zuas!, le saltaría encima y ya no le quedaría pataleo al taimado animalejo.

Con este madurado plan, se fue a la orilla del río a esperar, el cual venía tranquilamente cuando olió un vapor penetrante y desagradable. Se paró en seco, estiró su naricita para todos lados; el olor venía del bebedero y ese era nada más y nada menos que su temido enemigo, _bueno, volveré después, a lo mejor está en lo mismo que yo, buscando agua. En la tarde volvió cauteloso, pero el olor estaba allí. _¿Qué le pasará a Tío Tigre?, entonces se iluminó, como siempre, su mente y saltó: ¡Eso es una trampa! ¿Ya me las arreglaré para burlarme una vez más!, pero, la sed le tenía la boca seca y la sangre le aguijoneaba las sienes, cuando en eso sintió un rumor en la copa de los árboles, pues era una gran matajea, guindando de una rama; estas son colmenas rústicas con miel muy rica, ¡Cónfiro! pensó:

 _Con la sed que yo tengo, no puedo comer dulce, ¡Ah!, pero puedo hacer otra cosa; encendió un poco de basura y las abejas se alejaron, luego tiró una piedra a la matajea y cayó al suelo, la abrió, se revolcó en el espeso licor y entonces se acostó cuidadosamente sobre las hojas secas, que quedaron adheridas a su cuerpo desfigurándolo completamente, convirtiéndolo así en el hojarasquerito del monte, 


disfraz con el cual se aventuró a ir al pozo, carcajeándose por el camino. Allí vió al tigre agazapado en su inútil espera y sin titubear, comenzó a beber: lapi lapi, lapi....

_Hojarasquerito del monte ¿desde cuándo no tomas agua?

lapi, lapi, lapi.....

Hojarasquerito del monte ¿desde cuándo no tomas agua?

lapi, lapi, lapi.....

Hojarasquerito del monte ¿desde cuándo no tomas agua?

lapi, lapi, lapi....

Por último, Tío Conejo, recordando y sonriendo por la aventura anterior y ya harto de agua, le respondió a tiempo que sacudía la hojarasca y emprendía veloz carrera: _Desde la vez que te eché tierra en los ojos, en la cueva de Tío Zamuro, 

                               a ja ja ja ja ja ja ja ja ja