EL HOMBRECITO GRIS

 

Había una vez un hombrecito gris, de ojos hermosamente grises, dientes grises, cabello gris, uñas grises, traje y zapatos por supuesto grises, y se llamaba Gris. 

A Gris le encantaba cantar Granada, pero ninguna persona quería oir su voz de tenor; entonces él se escondía en el baño y con el agua que le caía, creía que no le escuchaban:

GRANADAAAAAAAAA

Shitt.. y Gris se callaba.

Decidió ir por las calles GRANADAAAAAA y la gente le pegaba el chorro de las mangueras y lo mojaban.

Gris se montó en un edificio muy alto y comenzó a cantar:

GRANADAAAAAA

Cuando miró hacia abajo, todos los carros estaban parados, tocando sus cornetas para que se callara. Gris se sentía muy triste y decidió irse al bosque a cantar

GRANADAAAAAA

...y un señor que lo estaba oyendo, se le acercó y le dijo: -¡Oiga usted tiene una voz muy bonita! ¡Yo quiero que Ud vaya a la radio, a probar!, pero como gris se sentía tan gris, no le creyó y se fue corriendo, y se escondió; pero como no sabía qué hacer, decidió ponerse un pañuelo en la cara, para fingir un dolor.

Y colorín colorado este cuento se ha terminado .........................

Muchas veces el ser humano busca enfermedad para su cuerpo con el fin de disimular sus errores o fracasos; cuando estamos enfermos nadie nos señala  con su dedo, antes bien somos dignos de compasión y nada se nos exige porque estamos enfermos.

Creo que el dueño de este cuento es Pérez Clarin, me encanta 

DE GLENDYS NAREA

 

En estos días contactamos con la emisora 101.5, donde una conocidísima chica, hija y sobrina de Libia e Yris Tucupido, docentes de esta región que se han desempeñado con éxito en sus actividades durante mucho tiempo, y ya tienen a otra docente en actividades radiales de orientación psicopedagógica a las familias tuyeras, y a donde pueden a acudir en busca de soluciones a fin de su aplicación con la ilusión de que algo debe ayudar a la resolución de problemas educativos infantiles, de comportamiento y sociales.

Hablo nada más y nada menos que de Glendys Narea, quien se desempeña como conductora de un programa educativo en la emisora 101.5 en Ocumare del Tuy, de la cual ya me habían hablado con anterioridad y me dije que la iba a escuchar, me encontré con la agradable sorpresa que pedía que los oyentes relataran alguna proeza conductual de los niños y se me ocurrió narrar la proeza de mi nieta Gabi cuando se empatucó de mentol por todo el cuerpo, después me tomaron los datos, me extrañó, pero las dí, y resulta que me dieron un premio, hoy lo recibí: un globo  con los buenos días y unas chucherías, que mis nietas andan atrás a cada rato para preguntarme que cuándo nos las vamos a comer.

(Estoy luchando contra los que se quieren comer mis chucherías.......)

Felicitaciones Glendys y que sigas cosechando éxitos.

POR LUIS CARPIO

Mi primera vez frente a un micrófono.

Esta misiva la escribió uno de los muchachos que se estaba graduando como conductor de radio, vamos a leerla, en uno de los cursos o talleres que hicimos en Ocumare del Tuy, bajo la dirección del profesor Martín Girón:

"El día domingo estaba hermoso, el salón de clases, donde todos los participantes, todos esperábamos los detalles, el profesor Víctor La Cruz hacía algunas recomendaciones; nos pidieron que nos diéramos un abrazo, sería para romper el hielo, en la cabina esperaba el Maestro de Ceremonia, la profesora Josefina recordaba los ejercicios de respiración. El ambiente estaba algo tenso, pero manejable. Bueno, llegó la hora...pidieron voluntarios, yo me anoté de segundo, mientras el primer participante bajó a la cabina, los demás esperábamos y escuchábamos la radio con mucha atención; a este compañero le fue muy bien, parece que tiene algo de experiencia. Luego me tocó a mi el turno dentro de la cabina, practiqué los ejercicios de respiración, a la vez que el profesor Martín me decía: Tómate tu tiempo y cuando estés listo me avisas, así lo hice; él anunció el programa de qué se trataba y me dio el pase del micrófono; dí la hora, mencioné la estación, luego me interrogó acerca de esta experiencia, a lo que yo contesté: "Muy buena, invito al público que estaba escuchando la radio a que se incorporara al curso",

 terminé, subí al estar, mis compañeros me aplaudieron, luego bajamos todos al set de la estación, para esperar por los demás, y la evaluación que se estaba llevando de cada uno. Para concluir: muy, muy buena experiencia"

Firma: Luis Carpio 21-09-2008