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sábado, 28 de agosto de 2021

MI VIDA HOY VIERNES 27-08-21

 

Han pasado muchos días de angustia de no saber qué pasaría al día siguiente, miedo a que USA nos invadiera o bombardeara, rabias contenidas de pensar en mis nietas que no se merecen vivir con tantas carencias, hambre de no poder darnos un gustico, unos dulces, un chocolate, un jamón, leche condensada, chicharrón, queso amarillo, salir a la playa cada vez que se nos antojara, quedarnos en algún hotel durante una semana, toda la familia, ir a Mérida o a la isla de Margarita y disfrutar de  esos espacios diferentes, salir a Caracas a pasear y conocer otros sitios. Como venezolanas promedio hemos vivido así durante mucho tiempo, hasta el 2014, 2015.

Afortunadamente todo está cambiando, ya nos alimentamos mejor; particularmente me paso el día en la computadora, leyendo, enterándome de las noticias actuales y confrontando con las antiguas, escuchando a los analistas de situaciones o tramas políticas inconfesables, cómo se mueven los huracanes y a dónde se dirigen, a dónde van a destruir, a dónde van a limpiar con sus tobos de agua; que lugares van a destruir los terremotos, cómo se mueven las placas tectónicas, cómo irá quedando la tierra después que sea invadida por las aguas que surgen de los hielos que se desprende de los polos.  En fin paso el día revisando el acontecer mundial, después que me desayuno a diario con mi arepa con queso y mantequilla o aguacate, o plátano frito, o granos, carne y el cafecito con azúcar diario, porque antes me lo llegué a tomar sin dulce. Por lo menos ahora si que puedo decir que he aumentado de peso, ya que en 2015 llegué a perder doce kilos, ya me siento con mas musculatura sobre mis cansados huesos. 

Actualmente antes de salir de la cama realizo mis ejercicios, luego después del desayuno voy a tomar el sol para obtener la vitamina D, ya que aún la compra de medicina barata no se ha regulado; Se ensombrece mi corazón con tantos fallecidos por covid o por delta, gente joven, con deseos de vivir, me da mucho pesar, pensar en una doctora, dos maestras, un historiador, un joven trabajador, un profesor, unos esposos hospitalizados, una muchacha con dos hijos, un anciano, una ama de casa, un militar con su madre, dos jubilados... cuántos, ya perdí la cuenta de cuántos se han ido de aquí en mi comunidad; el covid no distingue, del que se antoja, lo atrapa con sus tenazas asfixiantes y será que le proporciona tranquilidad para que no vayan al médico y sencillamente mueren sin que nadie se dé cuenta. En cuanto a la vacuna, no me la he puesto, o mejor dicho no nos la hemos puesto, espero que sea la vacuna rusa la que me ofrezcan, esa es la única que quiero, una sola dosis y ya, aunado a que en el estado Miranda ha aumentado la cantidad de infestados y aparentemente estamos en primer lugar.

Aquí estoy en mi biblioteca, oyendo a un buen locutor llamado Antonio Durán, muy animado y entretenido recordándonos que hoy es el día del Anciano, tomándome mi cafecito, escribiendo mi blog y escuchando a un muchacho llamado Juan Andrés haciendo un análisis de la lectura del libro Mil de Fiebre; mis nietas salieron al centro a ver si consiguen medicina para la perrita que tiene tres días enferma con fiebre, ya hoy la vio el veterinario, le inyectó cada nalguita, le cortó las uñas, la pollina, y una pastilla para los parásitos, por lo menos ya se reanimó. Y después de tantas lluvias y derrumbes en el estado Mérida, me entero que en La Guaira está lloviendo desde las cuatro de la madrugada, en cambio aquí en Ocumare llueve y para, llueve y para.

Esperamos que la tranquilidad no nos abandone, nos arrope siempre, que sepamos aprovecharla y no abusemos de ella. 

martes, 6 de abril de 2021

Y AHORA ¿CÓMO HACEMOS? NO SÉ

Dispusimos irnos a la playa, tres adultos con cuatro niños, tres niñas y un varón, planificamos lo que llevaríamos, entre dinero, trajes de baño, toallas, cremas antiquemaduras, agua congelada, sandwiches, refrescos, hielera....., nos levantamos bien temprano, nos arreglamos, llamamos un taxi y nos fuimos hasta el terminal de Ocumare. LLegamos a Charallave, luego terminal de La Hoyada, donde tomaríamos el autobús para La Guaira; vamos llegando a cualquier punto de La Guaira aproximadamente ocho o nueve de la mañana, para disfrutar todo el día. 

Llegamos a la playa, ubicamos el balneario para cambiarnos, dejar las pertenencias y llevar sólo lo indispensable; ese día era de ir y venir ya que no pensábamos quedarnos en ningún hotel, como acostumbramos siempre, llegamos al local nos dieron el locker, cancelamos y nos dieron el recibo por seis personas, yo lo guardé en mis papeles y salimos, sería como nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde. suficiente baño para todos. 

Alquilamos dos sillas con su respectivo toldo, pasamos el día, desayunamos, almorzamos y los niños merendaron con helados, y todo lo que venden en la playa para ellos. Llegó la hora de la salida y nos dirigimos a las oficinas del balneario, cuando llegamos empecé a buscar el recibo para presentarlo a la portera, no lo encontré, había que presentarlo porque si no, no nos dejaban entrar o en su defecto había que hacer un nuevo importe. Busqué y rebusqué y nada que aparecía el confiscado recibo; me senté a pensar qué hacer, cómo solucionar esta situación, por lo que le dije a los niños que buscáramos en el suelo entre la arena a ver si encontrábamos un recibo para seis personas, buscamos, encontramos otros con menos precios hasta que al fin había uno que justamente era el adecuado a nosotros, un recibo con la cantidad a pagar estipulada para seis personas, que era el uso de la regadera, de los vestidores, el locker y.... ¡todo perfecto!, no había pasado nada, sólo fue un susto para recordarme que debo dar gracias por todo lo que se me da o se me quita en esta existencia, ya que "todo lo que nos pasa es perfecto para corregirnos" aunque unas veces nos cause gracia y otras nos cause dolor.



lunes, 28 de septiembre de 2020

ISLA DE MARGARITA

 En una de las visitas que hicimos a la isla de Margarita, particularmente estas fueron en 2009, 2010, planificábamos con antelación para realizar el viaje, juntábamos los emolumentos por vacaciones, los sueldos y uno que otro ahorro para irnos toda la familia a recrearnos en otros lugares diferentes a donde vivíamos, que es comunidades, ríos y montañas.  En esta oportunidad nos empeñamos en visitar la Isla de Margarita, sólo cuatro personas en excursión, o individual en autobús, en avión, contactando con una agencia de turismo que nos indicara el hospedaje en forma directa. Así que nos fuimos y con mi telefonito obtuve buenas y agradables fotos de mis viajes.

El castillo de Santa Rosa

En el ferry de ida a la isla, 
en excursión con la escuela

Parque El Agua

Venta de artesanía en uno de los islotes

Caballo en papier maché

Mirando el agua desde el catamarán 
hacia los islotes

En esta isla compre sortijas

Restorant

Paseo por la villa

Piscina en esta villa

En el centro comercial

En la piscina del Golden Paradise

Andrea recogiendo conchas

Saliendo o entrando al Golden

Paseando en el centro comercial

Después de un baño una buena comida
De visita en la iglesia
Nuestra Señora del Valle.

viernes, 7 de junio de 2019

LA SORTIJA

Resultado de imagen para niña en el mar

Mi vida ha transcurrido en medio de pocas personas, a las que me he aferrado inconscientemente, a las que he buscado en razón de mis alegrías o dificultades, pero siempre en el mismo círculo; cuando me faltan soy incapaz de sustituirlas por otra.
En fin la historia que voy a relatar es acerca de mi ahijada, mi primera ahijada, hija de mi primera amiga, que conocí cuando estábamos en tercer grado de primaria, en Caracas, avenida San Martín, colegio Santa María Micaela, de las hermanas Adoratrices; después de su matrimonio viene el embarazo de una hermosa bebé, centro de los mayores mimos por parte de abuela, padres, primos, tíos y yo su futura madrina.
A los seis meses de nacida, se le desarrolla una disfunción cerebral, que lleva a sus padres a buscar toda la medicina que podían imaginar, abarcaba todo  lo que el imaginario popular le podía aconsejar.
Yo en ese tiempo de crecimiento me había mudado para Ocumare, y la niña en mi presencia nunca habia caído en un ataque de esos, tan terribles como me era referido después, como en una oportunidad en que a la niña le dio el ataque en el baño, que su cabecita quedó metida entre la poceta y la pared, que para sacarla hubo que despegar la poceta.
Cosas como estas sucedían contínuamente, cosas extrañas, inexplicables, a las que no se le encontraba explicación razonable.

Fue por ésto, que tenía poder, decidí a comprarle una sortijita de plata con unas piedritas, creo de color azul, y se la bendije y le hice la observación de que una vez que la tuviera puesta, "no le darían más los ataques", que yo como su madrina que era así lo ordenaba. Le puse su sortija. Me fui a mi casa.
Ellos en el fin de semana, se disponen a ir a la playa, la niña desesperada por la sabrosa ola que viene en su búsqueda, con la sortija en la mano, extiende sus brazos hacia el mar, y el mar en reprimenda por tener "esa" sortija en sus dedos se la arranca de un tirón....¡¡¡¡¡¡¡