lunes, 17 de junio de 2019

GRACIAS ABUELITA


Yo me mudé de Caracas, para Ocumare en el año 1972, con mi hermano y mi mamá, en un noviembre; la casa era otorgada por INAVI, que me la entregó a los quince días,  tenía dos habitaciones, cocina chiquitica, que después amplié, patio de 8 x 4  mt2, sala, baño y lavandero del tamaño de una habitación; hoy día tengo cuatro habitaciones, dos baños, un salón del tamaño de dos habitaciones de 3x4mt2 para el comedor, espacio para sembrar tanto en el patio trasero como en el frente de la casa; en  el lavandero mandé construir mi biblioteca o salón para dar clase, que en un principio quería que sirviera como cyber, pero no se dio, y ahora menos, y es donde me paso el día, ya sea pintando, cantando, dando clase, leyendo, hablando con mis amigas, realizando manualidades, sobre todo comunicándome con internet, opinando on line, y desde aquí atiendo la cocina, las plantas y otras cosas que me entretenga, en la tarde, porque en la mañana atiendo la biblioteca del preescolar.
Bueno, la historia de hoy me sucedió después que me mudé; soñé que yo estaba en la sala de la casa y tocaron a la puerta, me levanté y fuí a abrir, mi abuela (tenía como un año de fallecida, quizás menos) estaba allí recostada de la pared, humilde, muy humilde; yo de inmediato la interrogué:
-¡¡Abuela y tú qué haces aquí?, ella me responde con esa dulzura que la caracterizaba siempre: 
-Bueno, yo sólo vine a saber para dónde se habían mudado.
En ese momento me desperté y me quedó esa sensación de nostalgia por la pérdida de mi abuelita adorada, ¡¡pero no¡¡, ya ella sabía dónde yo estaba y lo que nos unió, que yo era su maletica que llevaba siempre para todos lados.
No vino a quedarse, ni a entrar, ni hizo ningún intento por colocar un pie dentro de la casa, sólo vino a saber de nosotros, a saber nuestra dirección, más nada. 
Gracias abuelita por estar pendiente de tu familia. 

Abuela Justina te amo, quiero que mi amor te llegue a donde estés.

sábado, 15 de junio de 2019

MENSAJES UNO

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1.- Ponte la mano en el pecho. Listo? ok. Ahora, cada latido que sientes es un beso y un abrazo que te envío. Buenos días.TQM
2.- Los buenos amigos son como los chocolates rellenos, lo que llevan por dentro es lo que los hace especiales. Y tú eres una "Edición Especial"
3.- Mientras tu corazón tenga fe y esperanza, nunca una tormenta oscurecerá tus sueños, ni una caída derrotará tus metas.
4.- Hoy oré por tí a mi Dios para que te colme de Amor, Sabiduría y Entendimiento, Abierto a merecer todo lo que Él te tiene reservado. TQM.
5.- Hey...ya salió el sol... despierta, hoy el universo trae para ti, el mejor de los días y espero que estés muy bien. TQM
6.- Muchas gracias, el mundo necesita personas fuertes, sencillas, inteligentes, y sobre todo humildes. Tú reúnes esas cualidades.Eres una bendición, sólo por eso.
7.- Anoche me acosté en la cama pensando en tí, y ví las estrellas, y dije: -Epa...me robaron el techo...
8.- Que tu ángel vaya delante de tí, guiando tus pasos; detrás de tí,  cuidando tu espalda; sobre tí, iluminando tu mente y junto a ti, acompañándote siempre.TQM
9.- Que el Señor guarde tus pasos hoy y siempre, haga realidad tus deseos y dé luz a tus caminos.
10.- Sonríe ante el nuevo día, porque tu Dios ha madrugado para colocar el sol en tu ventana y bendecir tu despertar. Que tengas un día inolvidable. TQM

LA CASA TENEBROSA

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La historia que voy a referir me llenó de consternación, ya que implicó directamente a una joven a la que yo apreciaba y apreció mucho todavía, aunque no la tengo cerca.
Ella se casa y asienta su residencia en el pueblo de Santa Lucía, en una casa que costaba un mundo alquilar, nadie sabía los motivos, aunque quizás los dueños sí sabían "de qué pata cojeaba la mesa" peeero, lo que más les interesaba era el dinero y no les importaba la salud de su casa y no pensaban que con una casa sana podían tener personas alquiladas y felices.
Lo cierto del caso es que mi amiga, a la que llamaremos Irma, se muda para  esa casa a convivir con su marido al que adoraba, pasa el tiempo, queda embarazada, pasan los años: uno...dos..tres..cuatro...cinco...seis..siete...ocho...nueve años.
El niño crece en edad e inteligencia, le gustaba dibujar la naturaleza, las personas, le gustaba la magia, la madre trataba según sus posibilidades de complacerlo en esos antojos; en mi biblioteca tengo un librito rojo cuyo título es "Magia" en cuyas páginas el niño se deleitaba una y otra vez, repasándolo y haciendo posible algunos de sus trucos.
Un día el niño se enferma, fiebre altísima, la madre lo baña, la fiebre no cede, es llevado al médico, no le encuentran qué tipo de infección tiene, se le realizan exámenes, no hay nada que se pueda llegar a una conclusión y a los tres días el niño muere en la casa que lo vio nacer.
Mi amiga Irma desconsolada con los recuerdos, decide mudarse, salir de esa casa que le trae tan dolorosos recuerdos, una de sus vecinas se despide de ella con estas palabras:- Irma, yo no hallaba cómo hablar contigo, cómo decirte lo que me dí cuenta desde hace muchos años, tú no sabes la zozobra a la que me he sometido durante tanto tiempo, no he tenido vida, he llorado, sin poder hacer nada, sin poder resolver, sin poder decirte, sin poder ser tabla de salvación, con las manos atadas, tú podrías decir que eran inventos, elucubraciones, pero yo sólo sé que... en... esta... casa... ya han... muerto.... tres niños, y el tuyo es el cuarto.... 
Con las manos crispadas, mi amiga emite un grito desgarrador,  y golpeando mil veces las paredes sólo se escuchaba  ¡¡¡NOOOO¡¡¡

viernes, 14 de junio de 2019

YA LE PAGUÉ????

Un día me voy a visitar a una amiga mía muy querida, y la encuentro llorando, y no me quería decir qué era lo que la perturbaba de esa manera, porque temblaba, las manos, el cuerpo, estaba totalmente desencajada; ya yo no hallaba qué hacer, ni cómo resolver el problema de la lloradera y de la tembladera. 
Conseguí unas hojitas de tilo con toronjil, monté el agua y le dí el té para que se tranquilizara, porque ya no podía más, antes bien, me pareció que estaba dramatizando.
Después de un buen rato, empezó a hablar.
-Tú sabes que yo tenía trabajando a la señora Carmen desde hace mucho tiempo, y yo le pagaba antes de que me hiciera el trabajo de limpieza; resulta que esa semana se la pagué igual por adelantado y ella vino cuatro días a recoger la casa y poner todo en orden.
El quinto día, o sea el viernes se ausentó y no volvió más.
Yo sentía mucha rabia porque ya le había cancelado el servicio y la nombraba a cada rato, 
-Cónchale, la señora Carmen se perdió,
-Caramba la señora Carmen me robó, 
-Le pague a la señora Carmen y dejó de venir,
-Que rabia¡¡¡ la señora Carmen no ha venido¡¡¡
-Se cogió mis reales¡¡¡

Total, que así pasó la semana y yo recordando a la señora Carmen todos los días y a cada rato, y cada vez que me acordaba, y cada vez que veía algo sucio en mi casa.
Pero llegó la solución, tocó la puerta una señora vestida de un muy blanco y me preguntó si yo necesitaba a alguien para limpiar la casa, inmediatamente le dije que sí, que pasara y que por favor lo hiciera de inmediato.
Lo más extraño del asunto, es que la mujer daba la impresión de que sabía dónde se encontraba todo, cómo me gustaba que quedara mi casa, todos los detalles que sólo yo podía saber y no esta forastera.
Llegó la tarde, la señora terminó de limpiar y se me presentó a mi habitación, que era donde yo estaba buscando el dinero a pagarle por el día trabajado, la acompañé hasta la puerta de la calle y le dí el dinero ya casi saliendo.
Cual fue mi sorpresa, cuando la mujer, después de mirarla bien parecía familia de la señora Carmen,  me rechazó el dinero diciendo con voz de ultratumba:
 -NO SEÑORA, NO ME VUELVA A PAGAR 
QUE YA USTED ME PAGÓ EL LUNES DE LA SEMANA PASADA, 
LO QUE PASA ES QUE TUVE CIERTOS INCONVENIENTES 
PARA 
VENIR.

y se echó a llorar de nuevo
Y

jueves, 13 de junio de 2019

SIN VERGÜENZA

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Pero, es que no puedo creer lo sin vergüenza 



que es


mi perrita.


Hoy mi nieta más pequeña fue a tomar agua de la nevera y dejó la puerta abierta, paseó por la cocina y tranquilamente volvió a depositar el pote del agua en el refrigerador.
La perrita se acercó sigilosamente  a la parte de las verduras, que lógicamente es la inferior y tomó con su boca una lechosa de aproximadamente 20 centímetros, se fue para el frente de la casa, donde hay plantas y la despedazó, debe haber comido algo porque cuando ví la fruta estaba incompleta y por mi mente nunca pasó que ella la había tomado.
En fin, me resigné a la pérdida de la lechosa y agarré el sobrante y lo puse en tierra para las matas.
Hago mis diligencias que tenía por hacer y vuelvo a la casa, cuando llego y mi hija me abre la puerta, empiezo a contarle lo que Coqueta había hecho: -Tú no sabes lo que Coqueta hizo, agarró de la nevera la lechosa, la trajo hacia el frente de la casa y mira cómo está regada.
Una vez que empiezo a relatar los hechos, la  Coqueta sacó de la tierra la concha de la lechosa y la puso en el medio de todos, para que viéramos de lo que yo estaba hablando; por eso digo que esta perrita es bien sin vergüenza, y luego me dicen los que la defienden: -Pobrecita, no entiende¡¡¡¡¡¡¡

miércoles, 12 de junio de 2019

MI PRIMER EMPLEO

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Contaba yo con diecisiete años, acababa de salir de la escuela técnica donde había recibido el diploma de Secretariado Comercial; las materias que nos dieron fue Ortografía y Redacción, Taquigrafía Speedwriting, Inglés, Mecanografía, Redacción de cartas comerciales, que por cierto tengo guardado aún mi cuaderno, Caligrafía Gregg, lo acompañábamos con declamación, bailes tradicionales, teatro, tejido, costura en máquina de coser eléctrica (sólo había una y me la dieron fue a mi), bordados finos en blanco, con oro, zurcido invisible, cuero, cocina, pastelería, etc, una educación esmerada, que sólo en los antiguos colegios de monjas, de estas monjas, lo he visto (Las Adoratrices) e ignoro cómo será en estos momentos.
En la Fosforera Venezolana estaban buscando personal, yo sólo tenía 17 añitos, pero me fuí, supuse que por la edad no me iban a aceptar, aún así presenté el exámen técnico junto con otras 700 mujeres; de ese lote fueron eliminando y eliminando hasta quedar siete y entre esas siete estaba yo.
Empecé a trabajar, pero estaba muy jojota, muy niña, sentía miedo de todo el mundo, me asombraba muy en serio, de que alguien dijera palabras obscenas simples de uso cotidiano, famliar, por supuesto los caballeros que me veían en la parada me ofrecían la cola para llevarme al trabajo o para sacarme de allí, ya que era una hermosa joven de cabellera negro intenso, buen cuerpo y facciones agradables.
Ellos me hablaban como a gente grande y yo no era gente grande, hasta que un buen día le dije a mi mamá que no iba ir más a trabajar porque no me sentía a gusto en ese lugar.
Qué tiempos aquellos de inocencia, cuando todavía pensaba que los niños los traía la cigúeña.

lunes, 10 de junio de 2019

MAMÁ...MAMÁ...MAMÁ.

                       
Mi mamá estaba hospitalizada en el Clínico Universitario de Caracas, tenía el hígado destrozado, creo que por amibas y eso se la llevó. 
Me tocó esa noche que me quedé, dormir en un mueble que estaba a los pies de su cama. Me acomodé, me arropé porque estaba haciendo mucho frío, y me dispuse a echar un sueñito, porque ella ya estaba arreglada para dormir, le estaban poniendo suero, el que tenía en ese instante era nuevo y todo estaba en orden para que yo pudiera descansar un rato.
Estaba muy cansada, en la mañana atendí la escuela y en la tarde me trasladé con mi volskwagen hacia Caracas, no sin dejar a buen resguardo a mi hija de cinco años que no podía estar conmigo en el hospital. Recibía ayuda de mi familia en Caracas que me servía para paliar de lo que carecía en el otro lado del mundo: Ocumare
Cuando llegué a la habitación, le pregunté cómo se sentía, me contestó que quería irse del hospital, bueno eso lo hablamos mañana cuando hablemos con el médico. Me dispuse a descansar un rato del vaivén de todo el día y me fuí a un mueble dispuesto para tal fin.
Era media noche y escucho a lo lejos a alguien gritando de dolor, se quejaba mucho, gritaba y gritaba sin parar, medio me despierto, me tapaba los oídos con mis manos, porque aquellos gritos horrorosos me producían escalofríos y me incomodó ese  sufrimiento que parecía que a nadie importunaba; traté de igual forma apaciguar mis nervios y tratar de dormir un rato, empiezo a cabecear hasta que me quedo escuchando y oigo cerquita de mi oído una dulce voz que me repite dos o tres veces: - "Ya no hay remedio", "Ya no hay remedio".
Con la misma pego un salto, me volteo a mirar a mi mamá pero la veo dormida, le sigo mirando la cara a ver si hay alguna señal de que está despierta y que haya sido ella quien dijo eso, pero no, sigue dormida, además estaba muy lejos para decirme algo en el oído. Me levanto del asiento a revisar la puerta, cerrada, las ventanas, cerradas, todo en orden, nadie ha entrado y salido para decirme ésto. Me voy otra vez al asiento, me vuelvo a acomodar y espero la mañana, pues ya estaba completamente despejada entre miles de preguntas, dudas y martilleos de mi cerebro.
Llega el médico de guardia a la mañana siguiente y me pregunta: "¿Qué piensas hacer?, si dejarla hospitalizada o trasladarla a la casa, le contesté: -Yo me la llevo, y así lo hice.
Después de esto, mi mamá permaneció con nosotros (mi hermano, mi hija y yo) un mes, y un fatídico once su alma se desprendió entre mis brazos, dejándome sólo un cuerpo exánime, mientras yo repetía inconscientemente  mamá..mamá..mamá.  
Nos volvimos a encontrar, cuando la visité en su palacio, y me encontré con una mujer radiante de belleza, juventud y salud.