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sábado, 5 de junio de 2021

"MAR DE EMOCIONES HUMANAS"


Creo que anoche estaba no sé en qué cielo, porque dicen los expertos, es decir los que ya han visitado esos cielos a ciencia cierta, que cuando uno sueña va atravesando el "mar de las emociones humanas"; ¡uy! me imagino todas las emociones humanas y las que ignoro: los _ecios, _adrones, _esunidos, _ipócritas, r_biosos, d_primidos, _mpacientes, f_ojos, impr_dentes, ir_esponsables, i_justos, tris_es, los ni ni, _ncompletos, ing_atos, tap_dos, intol_rantes, ir_espetuosos, _ioladores, inco_prensibles, inco_prendidos, _ufridos, los que siempre tienen la razón, almas divididas en varios cuerpos, _ecuestrados,  aco_plejados, ase_inos, homi_idas, roboti_ados, inconfo_mes, _esprendidos, _esolados, i_fantiles, _iejos, a_ultos, y de las emociones que nunca he oído, pues no las nombraré, debe ser en otras culturas que se levantarán otras emociones que desconoceríamos, y todo esto debido a la famosísima Pandora que por estar husmeando en la dichosa caja que le dieron a guardar no se hubieran escapado todos los males del ser humano, con lo que tenemos que convivir, fortalecernos, luchar......

Bueno, lo cierto del caso es que, como me es preocupante la ropa sucia, que por un lado se va acumulando semanalmente, por otro lado el jabón nos ha fallado, porque hay que comprarlo semanalmente y si no hay el recurso para ello entonces la ropa se acumula, porque no se lava.


En medio del "mar de las emociones  humanas" adonde llegué, estaba viviendo en el centro de Ocumare, y pasó el  camión recolector de basura, pero ¡que agradable sorpresa!, también se llevó la ropa sucia y al ratico, sería como una hora  aproximadamente, primero me lanzaron dos swéteres blancos para asegurarse de que pertenecían a mi casa, después que se cercioraron, un trabajador del aseo, delgado como de cincuenta años, con blueyeans y camisa clara de mangas recogidas, sacó una bolsa grande de tela con toda mi ropa limpia y olorosa. 


Que maravilloso sueño, eso si que se llama Aseo, cuando se llevan tus desperdicios y también tu ropa sucia y te dejan la casa limpia; ese lugar, o esos "pensamientos humanos" que visité si que están bien adelantados en limpieza de comunidades. 

Aunque mis desperdicios los distribuyo así: las semillas van a la tierra para que cuando ya no haya cemento, ellas vuelvan a fructificar, la comida se la devuelvo a las plantas que ya nacieron para que les sirva de alimento, como un maravilloso compost, y sólo boto en el pote de la basura las bolsas plásticas, cartones, papeles, ya usados y reciclados.





viernes, 2 de abril de 2021

PREMONICIÓN

 Yo conocí a Yolanda, cuando las dos cursábamos tercer grado, yo de 9 y ella de 8 años, en la escuela de las Hermanas Adoratrices, las dos vivíamos en El Guarataro de la parroquia San Juan, allí había una cárcel nombrada cárcel del Obispo, digo yo si sería una cárcel inventada por algún cura para sofocar a los sanjuaneros. Mi familia fue a parar allá cuando salimos de los bloques de Artigas, se pagaban ciento cincuenta bolívares y era imposible cancelarlos mensualmente. Tenía tres habitaciones: una para mi tío con su muchachera, otra para mi mamá y sus dos hijos y otra para mi tío Luis. Mi mamá le pidió a mi padrino un espacio y le dijo que sí, no recuerdo esa mudanza, pero sé que ahí estuvimos por un tiempo.

Yolanda y yo fuimos muy buenas amigas, tanto que yo fuí madrina de su hija y ella madrina de la mía, desde el tercer grado que estudiamos juntas, hasta que decidió su esposo llevársela para España y que muriera ahí, quizás de covid, no lo sé. Bueno, lo cierto fue que estudiamos tercero, cuarto, quinto, sexto, educación media, ella abogacía y yo maestra. Esta familia me hizo conocer la Metafísica, obsequiándome libros para leer. 

Un día de los tantos que pasaron, soñé que su papá se había muerto y nosotras estábamos peleando por una falda negra de tachones que usábamos las dos, por supuesto era ella la dueña, porque yo carecía de muchas cosas; ese día me levante de la cama, recordé el sueño y me vestí y fuí directo hasta su casa, a contárselo tanto a ella como a su papá, había la suficiente confianza como para hacerlo; él se sonrió y me habló así: -Mira caraj... falta mucho tiempo para que tú te bebas mi chocolate, mi café y te comas mis galleticas, oíste?, jaja, 

A la semana siguiente, que llegué a la casa de mi amiga, ella me avisa que su papá había muerto, me senté a pasar ese susto, al recordar el sueño premonitorio que había tenido la semana anterior. y puedo aseverar que si hay avisos en los sueños.



jueves, 18 de junio de 2020

EL PELO DORADO


         
Me contó, mi amiga Beatriz, que en una oportunidad había recogido unos racimos de cambur y los había colocado en un envase para depositar varios litros de agua, que lo tenía en el patio, pero frente y alejado de la cocina; necesitó tener unos cambures a mano y fue hasta allá para traerlos, en el momento justo de quitar la tapa del pote, ve una figura con ropa metálica que se escabulle por detrás y ella se queda paralizada cuando le ve el cabello que es completamente dorado; 

En ese transcurso de tiempo,ella observando su cabello, el hombre que se pierde a plena luz del día por entre las jaulas de los animales y ella vuelve a la realidad y no sabe qué hacer, si fue un sueño o se quedó dormida junto al pote de los cambures, y se dispone a buscarlo, pero su misión fue negada porque no lo encontró en ningún lado. 


Pensativa se sienta en una de las piedras, ya que su casa queda a las orillas del río Súcuta, cavilando sobre el cabello del hombre, su traje y trata de fijar otras características que le amplíen la información, cuando de repente se sobresalta al ver un perro peludo que vuela por su frente y desaparece igualmente sin dejar ninguna muestra de su existencia.
Así, en voz baja, me contó esta historia asombrosa que tenía guardada en el cofre de sus vivencias, "cosas que soy incapaz de contarle a otro, porque sé que son espíritus incrédulos a las cosas extrañas que me han ocurrido en la vida", le podremos aplicar estas palabras: 
"Cada cabeza es un mundo
y cada mundo 
una historia
en unos 
la historia es simple
en otros la historia 
es mágica
y del mundo de mi tierra
hoy,
te conté 
una historia"

Música de mi tierra: Barquisimeto.- Venezuela


lunes, 10 de junio de 2019

MAMÁ...MAMÁ...MAMÁ.

                       
Mi mamá estaba hospitalizada en el Clínico Universitario de Caracas, tenía el hígado destrozado, creo que por amibas y eso se la llevó. 
Me tocó esa noche que me quedé, dormir en un mueble que estaba a los pies de su cama. Me acomodé, me arropé porque estaba haciendo mucho frío, y me dispuse a echar un sueñito, porque ella ya estaba arreglada para dormir, le estaban poniendo suero, el que tenía en ese instante era nuevo y todo estaba en orden para que yo pudiera descansar un rato.
Estaba muy cansada, en la mañana atendí la escuela y en la tarde me trasladé con mi volskwagen hacia Caracas, no sin dejar a buen resguardo a mi hija de cinco años que no podía estar conmigo en el hospital. Recibía ayuda de mi familia en Caracas que me servía para paliar de lo que carecía en el otro lado del mundo: Ocumare
Cuando llegué a la habitación, le pregunté cómo se sentía, me contestó que quería irse del hospital, bueno eso lo hablamos mañana cuando hablemos con el médico. Me dispuse a descansar un rato del vaivén de todo el día y me fuí a un mueble dispuesto para tal fin.
Era media noche y escucho a lo lejos a alguien gritando de dolor, se quejaba mucho, gritaba y gritaba sin parar, medio me despierto, me tapaba los oídos con mis manos, porque aquellos gritos horrorosos me producían escalofríos y me incomodó ese  sufrimiento que parecía que a nadie importunaba; traté de igual forma apaciguar mis nervios y tratar de dormir un rato, empiezo a cabecear hasta que me quedo escuchando y oigo cerquita de mi oído una dulce voz que me repite dos o tres veces: - "Ya no hay remedio", "Ya no hay remedio".
Con la misma pego un salto, me volteo a mirar a mi mamá pero la veo dormida, le sigo mirando la cara a ver si hay alguna señal de que está despierta y que haya sido ella quien dijo eso, pero no, sigue dormida, además estaba muy lejos para decirme algo en el oído. Me levanto del asiento a revisar la puerta, cerrada, las ventanas, cerradas, todo en orden, nadie ha entrado y salido para decirme ésto. Me voy otra vez al asiento, me vuelvo a acomodar y espero la mañana, pues ya estaba completamente despejada entre miles de preguntas, dudas y martilleos de mi cerebro.
Llega el médico de guardia a la mañana siguiente y me pregunta: "¿Qué piensas hacer?, si dejarla hospitalizada o trasladarla a la casa, le contesté: -Yo me la llevo, y así lo hice.
Después de esto, mi mamá permaneció con nosotros (mi hermano, mi hija y yo) un mes, y un fatídico once su alma se desprendió entre mis brazos, dejándome sólo un cuerpo exánime, mientras yo repetía inconscientemente  mamá..mamá..mamá.  
Nos volvimos a encontrar, cuando la visité en su palacio, y me encontré con una mujer radiante de belleza, juventud y salud.