sábado, 14 de noviembre de 2020

CUENTOS DE CAMINO


 Por el sector El Birico o El Brinco, se dice que al caer la tarde noche, se vislumbra un hombre, que permanece allí parado y a todo aquel que pasa en automóvil, le pide una cola o el favor de darle un aventón. Cuando las personas deciden detenerse, no llegan a verlo, pero sí sienten el peso de ese cuerpo dentro del carro, y al mirar por el retrovisor y volver la cabeza, no ven nada ni a nadie. 


Entonces desesperados del susto comienzan a rezar, para alejar su espíritu o su alma en pena, y si esto no funciona le gritan un rosario de vulgaridades.


Pero, cuentan los que han vivido esta experiencia, que es en vano, pues su peso y presencia se siente, hasta llegar a Los Cerritos, a la altura de la empresa Prensamir.

Esta historia, lleva más de cincuenta años en nuestra comunidad, la gente relata  que el espíritu es de un hombre que vivía en el circo, pero que todas las noches se llegaba hasta Los Cerritos hasta que un automóvil a alta velocidad, lo atropelló, y cuando lo trasladaban al hospital, falleció en Los Cerritos, desde donde aún no logra descansar en paz.


Dicen los que saben, que con este tipo de almas en pena, lo que hay que hacer es decirle, dónde está, que ya está muerto, que tiene que buscar la luz, que ya está bueno de castigarse y de revivir ese infierno del atropellamiento constante.


Con esto podemos darnos cuenta, que el infierno NO existe, que el infierno lo construímos nosotros mismos, reviviendo alguna situación que nos cauce gran dolor o desesperación y que no queremos olvidar, para castigarnos por toda la eternidad, hasta que alguien nos haga caer en cuenta de nuestro error y que entendamos que ya estamos muertos y que debemos buscar es la LUZ y no repetir ese acontecimiento frustrante.



viernes, 13 de noviembre de 2020

PIENSO... LUEGO EXISTO

 

El tiempo pasa irremediable, y cura lentamente todos los sinsabores  que el ser humano no ha podido con su razonamiento, 


                    inteligencia 

                       o corazón.



jueves, 12 de noviembre de 2020

LA REINA DEL GUÁCHARO



 Urimare era el nombre de la reina del Guácharo.


La cueva del Guácharo se encuentra situada muy cerca de la población de Caripe, en las montañas del norte del estado Monagas, las cuales son consideradas como un prodigio de la naturaleza y una de las maravillas del mundo.

Antes se decía y comentaba que esta cueva no tenía fin, que llegaba a Brasil o a la isla de Trinidad, y en la actualidad se ha llevado excursiones que han demostrado que tiene una longitud de  5.362 metros con innumerables pasadizos y galerías.

Se permite a los turistas un paseo que se extiende, hasta el Salón Precioso, descubierto por el científico Agustín Codazzi, a unos 1.500 metros de la entrada, lo cual se constituye una excelente caminería, representando su recorrido en un paseo inolvidable, a la luz de las linternas, conducidos por unos guías adiestrados en espacio y explicaciones precisas y graciosas, lo cual se siente adentrarse en un mundo encantado. Al igual que en las cuevas de El Peñón en Súcuta, las estalactitas y estalagmitas se transforman en figuras caprichosas como la Virgen del Carmen, del Valle, el Ángel de la Guarda, una palmera, cabeza de elefante, alcatraz en picada, un león, una tortuga.

En esta primera parte de la cueva viven los guácharos, que llenan el espacio con sus chillidos para guiarse en la oscuridad, como los murciélagos, ya que son aves nocturnas, pues  no soportan la luz, sólo emigran por las noches en busca de los frutos con que se alimentan, buscados a varios kilómetros de la cueva. Son aves gregarias, es  decir andan siempre en grupo, en el día se nutren con sus frutos y vomitan la semilla y conchas al suelo de la cueva.

Los indígenas Chaimas, consideraban que los espíritus de sus antepasados habitaban el fondo de la cueva y se abstenían de entrar por temor a perder la vida, cuando escuchaban sus gritos lastimeros; así que Guácharo significó para ellos: "El que llora y se lamenta" 

La princesa Urimare, valiente y bella, que ellos llamaban la reina, defensora esforzada de la tierra del Guácharo contra los conquistadores, se atrevió nunca a violar la caverna, ya que ella organizaba a sus guerreros a la entrada, los enardecía con sus palabras de fuego y hacía que juraran a sus antepasados que defenderían la tierra con valor, lanzándolos hacia los invasores blancos.

Un día Urimare observó con tristeza que dos invasores blancos habían entrado y salido de la cueva vivos y sin miedo,  por ello empezó a languidecer de tristeza y desconcierto, porque si estos seres extraños habían vencido a sus antepasados, también los vencerían a ellos, y en una batalla cayó prisionera, siendo ahorcada en la ciudad de Cumaná.


Su cuerpo murió, pero su culto y su magia sobrevivieron. La reina del Guácharo, soberana de los Chaimas, es venerada por muchos campesinos de las montañas de Monagas, preside la Corte Celestial, y junto a ella los indios Maturín, Iguanaina,, Taupocán, Guarapiche y Anana.


Historia tomada del libro "Leyendas y tradiciones Venezolanas"  de Antonio Pérez Esclarín



miércoles, 11 de noviembre de 2020

EL AHORCADO DE PANAQUIRE


 Otra de las leyendas de Barlovento es la historia de un hombre, en la hacienda de Panaquire, que por problemas, probablemente sentimentales, decidió quitarse la vida, ahorcándose. 
Pasó el tiempo y fuí de visita a esa localidad, junto con mi tía X. 

Mi tía estaba ocupada en la cocina y me encargó que le comprara un kilo de pan, por lo cual decidí buscar el camino más corto, ya que no estaba paseando, sino que iba en diligencias.

Yo caminaba y caminaba... y nunca llegaba..., hasta que decidí hacer lo que mi abuela, me había indicado un día, me detuve en el camino, me puse junto a una piedra, desamarré lentamente las trenzas de los zapatos; me concentré, y de pronto se me apareció el suicidado, al que le recriminé duramente la situación así: ¡Ah, no! ¡Yo ya me cansé!, ¡Yo no tengo la culpa de que tú te hayas ahorcado!,  cerré los ojos, me puse los zapatos al revés y me senté ¡zuas! ¡Aparecí en la dirección correcta!.

De esto aprendí que tengo que seguir mi camino por más largo que sea.


Historia contada por Zorayda Elvira Mayora. Revista Cosmos. 2000


LEYENDA DEL HOMBRE SIN CABEZA

      


            Un hombre sin cabeza

En la población de Barlovento existe una leyenda, la del hombre sin cabeza, que dice así: 

"Era una vez, en aquellas épocas atrás, que por los callejones de Pantoja, aparecía un hombre sin cabeza. Las personas no gustaban de pasar por ese sitio, porque el hombre asustaba y era muy peligroso, tenía unos pasos tan fuertes, que retumbaban en el silencio de la noche y se escuchaban hasta el cielo, con un sonido fuerte y escandaloso: tun..tun..tun...

Según los que tuvieron el susto de haberlo conocido, el hombre se vestía todo de negro, tan pero tan negro que no se veía en la oscuridad...."

Historia escrita por el alumno Athaís Figueredo. Revista Cosmos.2000

martes, 10 de noviembre de 2020

HERMOSO DESFILE CON VESTIDOS DE PAPEL

 En el 2010 teníamos suficiente papel para hacer y deshacer, cajas y cajas de todos los colores, pues junto con mis alumnos inventamos realizar unas muñecas y unos vestidos de papel de seda, y realizar después un desfile, actividades plasmadas en fotos, como se ve a continuación:
























Y el profesor Rafael, para cerrar con broche de oro, también quiso participar.


miércoles, 4 de noviembre de 2020

VIAJE NAVIDEÑO 2014

 En el 2014 tuvimos  la oportunidad de visitar en la población de San Diego, Valencia, la Navidad hecha luces; un espectáculo muy bonito, maravilloso que nos deleita la vista por los personajes que pudimos observar en todo su esplendor, y que nos produjo suspiros de satisfacción. Pasamos una tarde buenísima, ese día llevamos la comida y compramos lo referente a bebidas, nos fuimos en un autobús contratado por las encargadas del viaje, nos llevaron y nos trajeron de vuelta hacia nuestra población.

A continuación, algunas de las fotos del viaje. Allí encontramos palmeras, jirafas, elefantes, cisnes, ramas, caballos, patos, calabazas, árboles, vela de Navidad, hongos de jardín, plantas variadas, oso polar, pinos, hielo, nieve, pingüino, una casita de jengibre, muñeco de nieve, un gran árbol, Sofía la princesita, el pozo de los deseos, un gigante y la princesa, renos, venados, Srheck, y una gran mariposa. A la entrada había música para que los niños bailaran al compás de las luces, todo muy divertido, ese fue un buen regalo que nos dimos como familia.