Estos son mis secretos, mi biblioteca, frases, relatos, historias y cuentos, que celosamente he guardado en mi nube, de los lugares donde he trabajado como maestra, en Venezuela, que ha llenado mi vida de satisfacciones; poesías que han salido del fondo de mi alma para botar con sus letras mi deslastre. ¡¡¡¡Que entre la vida de nuevo!!!! Y como Pablo Neruda: "Confieso que he vivido"
Preparamos todo, el día anterior, en la madrugada freimos los pastelitos, que era para el desayuno; llevamos refrescos, una torta, pastelitos, panes rellenos, agua con papelón, agua, y nos fuimos en una camioneta de Parosca, contratada la semana anterior. El carro respondió favorablemente sobre todo en las subidas, hasta que llegamos a la playa, allí nos quedamos como hasta las cuatro o cinco de la tarde cuando nos dispusimos regresar. Y hablando de todo como los locos es La Guaira o La Wuaira, porque tengo entendido que en el idioma de los indígenas no existe la letra G. Bueno, continuemos con el camino hacia La Wuaira, cuyo nombre fue cambiado en 2019, cuyo nombre anterior era Vargas, con consulta a la comunidad.
Una parada de bus
Enseñanza de deportes
calles asfaltadas
Plaza
Fuente y el cielo azul
Amigos
Puerto La Guaira
Parque de diversiones
El mar a lo lejos
Edificios de habitación o turismo
Playa de lejos
Playa Los Corales, arena fina
Agua límpida y con poco oleaje
Hasta la Niña fue, con mi nieta
Horizonte y cielo azul
Ensenada tranquila, un día martes
Delicia, fresca, más no fría
Viviendas en la falda de la cordillera de la Costa
Mi sombra sobre la arena
Misael jugando con la arena
Lanchas esperando pasajeros en busca de otras playas
En estos momentos me estoy deleitando con la prosa de Simón Bolívar y me encuentro con su opinión sobre la libertad de creencias, libertad de culto, que es un sentimiento expelido netamente del corazón, de la conciencia, del amor hacia lo que no ves, hacia tu creador, tu dios interno, que te lleva hacia lo inexplorado, no conocido, no entendido, no explicado, no visto..... y pude leer lo siguiente:
"¡Legisladores! Haré mención de un artículo que, según mi conciencia, he debido omitir. En una constitución política no debe prescribirse una profesión religiosa, porque según las mejores doctrinas sobre las leyes fundamentales, éstas son las garantías de los derechos políticos y civiles y como la religión no toca a ninguno de estos derechos, ella es de naturaleza indefinible en el orden social, y pertenece a la moral intelectual. La religión gobierna al hombre en la casa, en el gabinete, dentro de sí mismo; sólo ella tiene el derecho de examinar la conciencia íntima. Las leyes, por el contrario, miran la superficie de las cosas, no gobiernan sino fuera de la casa del ciudadano. Aplicando estas consideraciones ¿Podrá un Estado regir la conciencia de los súbditos, velar sobre el cumplimiento de las leyes religiosas, y dar el premio o el castigo, cuando los tribunales están en el cielo, y cuando Dios es el juez? La inquisición solamente sería capaz de reemplazarlas en este mundo. ¿Volverá la Inquisición con sus teas incendiarias?
La Religión es la ley de la conciencia. Toda ley sobre ella la anula porque imponiendo la necesidad al deber quita el mérito a la fe, que es la base de la religión. Los preceptos y los dogmas sagrados son útiles, luminosos y de evidencia metafísica; todos debemos profesarlos, mas éste es deber moral, no político. Por otra parte: ¿Cuáles son en este mundo, los derechos del hombre hacia la religión? Ellos están en el cielo; allá el tribunal recompensa el mérito, y hace justicia según el código que ha dictado el Legislador. Siendo todo esto de jurisdicción divina, me parece a primera vista sacrílego y profano mezclar nuestras ordenanzas con los mandamientos del Señor.
Prescribir, pues, la religión, no toca al legislador, porque éste debe señalar penas a las infracciones de las leyes, para que no sean meros consejos. No habiendo castigos temporales, ni jueces que los apliquen, la ley deja de ser ley.
El desarrollo moral del hombre es la primera intención del legislador; luego que este desarrollo llega a lograrse, el hombre apoya su moral en las verdades reveladas, y profesa de hecho la religión, que es más eficaz, cuanto que la ha adquirido por investigaciones propias. Además los padres de familia no pueden descuidar el deber religioso hacia sus hijos. Los pastores espirituales están obligados a enseñar la ciencia del cielo; el ejemplo de los verdaderos discípulos de Jesús, es el maestro más elocuente de su divina moral; pero la moral no se manda, ni el que manda es maestro, ni la fuerza debe darse en dar consejos. Dios y sus ministros son las autoridades de la religión que obra por medios y órganos exclusivamente espirituales, pero de ningún modo el Cuerpo Nacional, que dirige el Poder Público a objetos puramente temporales".
Mejor no se podía decir. Recuerdo una vez que estaba en misa y el sacerdote en la Homilía empezó diciendo o preguntando si creían que Simón Bolívar había escrito tantos documentos o pensamientos, en un empeño por desacreditar la memoria de Bolívar; me levanté y le dí mi opinión, que yo no estaba allí para hablar de política sino para hablar con Dios. Ese fue el último día que asistí a la iglesia católica por la indignación que me produjo ese comentario tan inapropiado en la Santa Misa.
Que hermoso es el cuarzo cristal, es tan nítido que parece un diamante, el que tengo es del tamaño de mi puño después de haberlo partido en dos, y los hexágonos que traía, sencillamente se perdieron o alguien los separó de mi persona... no importa, eso era que lo necesitaba.
Obtuve ese cuarzo de la manera más sencilla. Era mi primer año de trabajo, recién salida de la Escuela Normal en Altavista, Colegio Madre Cecilia Cross, año 1968, ya las monjas me habían ubicado en la escuela San José de El Junquito, km 13, en el mes de junio recién estaba preparándome para presentar los exámenes de lapso, los parciales de junio y después vendrían los finales en julio, para emplearme antes de mi graduación. Se los agradezco desde aquí a la institución dependiente de Fe y Alegría en Venezuela.
El grado que me dieron los dueños fue sexto, en el cual tuve muy buena experiencia e historias agradables que contar. Me adueñé de mi grado y una de mis alumnas, Coromoto llegó un día con una piedra en las manos, desconocida para mí; me la entregó diciendo: _Maestra, anoche estaba yo mirando por la ventana del apartamento, fumàndome un cigarrillo cuando ví que del cielo venía una luz muy brillante y algo cayó en el jardín del edificio (Vistalegre. Caracas), salí volando escaleras abajo y llegué al lugar, había un hueco y estas piedras, tomé tres: una para mi mamá, una para mi maestra y una para mí, ésta es la suya..tome. Ella ignoraba lo que era y yo también. Desde ese momento empecé a preguntar, leer, pero definitivamente la olvidé arriba del escaparate.
Pasaron los años, la bajé, la tomé en mis manos y le preguntaba sobre su misterio, lo coloqué en mi peinadora, leía que los relojes estaban utilizando láminas de cuarzo y otros avances científicos, que uno podía colocarlo en su frente y mandar mensajes, porque es un ente energético, ya que el cerebro desarrolla energía en su funcionamiento, para realizar todas sus funciones inherentes al ser humano: caminar, comer, beber, correr, mover un brazo, hablar..... y esta energía o vibraciones de las piedras produce buena energía en el ser humano, también se dice que el cristal produce efectos lentos, pero ayuda en la energía del ser humano. Lo cierto del caso es que nunca pude comprobar algo con el cuarzo hasta que llegó la demostración. Había alguien en la casa con fiebre y dolor de cabeza, y me dijo: _Pásame esa piedra friíta para ponérmela en la frente y en la sién. Se la entregué y me fuí a mis actividades diarias, cuando escuché un grito: _Josefina, se me quitó todo lo que tenía, me siento bien, sin fiebre ni dolor de cabeza...y toca la piedra...está caliente. La toqué y realmente, toda la energía negativa que tenía ese ser en su cuerpo, lo había absorbido la piedra y supongo que después de lavada y recargada volvía a estar igual. Después de este episodio compré en el Círculo de lectores: El Poder Mágico de los Cristales de A. Gallotti en el 1993, que venía con un cristal de cuarzo, y es el que me queda, porque los otros dos libros, que luego compré no están en mi biblioteca, por ello me viene a la memoria las palabras de un compañero de trabajo: -Si te prestan un libro pasarías por tonto, si lo devuelves. Así que toca leer y experimentar, para no tomar pastillas.
