domingo, 31 de enero de 2021

"TOMA LA VELA Y EL FÓSFORO POR SI ACASO"

El año que trabajé en San José de Río Chico, el río Tuy inundó toda esa zona, 1970, todos los pueblos circundantes, por supuesto también mi vivienda. En días anteriores había estado sentada en la plaza Bolívar observando los tambores de San Juan, cuando ví a una amiga del colegio Fe y Alegría, Nidia Urbina, ¡¡vaya sorpresa!!, nos sorprendimos mucho, nos alegramos, nos dimos un abrazo y empezamos a contarnos del cómo estábamos las dos en ese lugar después de varios años de no vernos después de la graduación de maestra.

Mi amiga recién encontrada, me ofreció su hogar para quedarme mientras terminaba el año escolar y se secaban las calles del agua que había corrido libremente. Allí estuve una semana, aunque de todas maneras ya casi que estábamos de vacaciones; Nidia tenía una hermana que se llama Lidia, y en la cama de Nidia era que me iba a acostar, al lado de Lidia, separadas como por dos metros, en una habitación aproximadamente de cinco o más metros de largo por dos de ancho y muchos de alto. El encendedor del bombillo de esa habitación quedaba muy lejos para mi y la señora María colocó en una mesita al lado de mi cama, el plagatox encendido para ahuyentar los zancudos, diciéndome: _Aquí está una vela, el plagatox y los fósforos por si necesita algo. 

Al acostarme, me quedé profundamente dormida por el cansancio que tenía, todo estaba en silencio, todas las luces apagadas y la noche cubría con su manto de estrellas el techo de las viviendas, me desperté bruscamente ya que había una mujer en "salto de cama" transparente de color beige, pelo corto, trigueña, delgada, mediana  estatura, más alta que yo, rostro agradable, mirándome fijamente, sentada a los pies de la cama de Lidia, como preguntándose intrigada del por qué de mi presencia ahí. Me levanté para verla bien, no perdiéndola de vista mientras con la otra mano buscaba afanosa la caja de fósforos, sacaba uno lo encendía y se lo ponía en la cara, ¡¡ploof!! cuando la luz la enfocó se desapareció. No había nada, absolutamente nada qué ver, la luz se la había llevado, así como la obscuridad la había traído. Desde ese momento no pude dormir más, encendí la vela, hasta que los gallos despertaron a toda la familia, y yo  entre soñolienta y miedosa contaba mi aventura con el más allá.

Después qué hicimos?, muchachas al fin, armamos un bochinche porque no queríamos dormir, ninguna, en esa habitación ja ja ja ¡¡¡¡¡ y la señora María regañándonos: ¡¡¡muchachas........!!!!!

Y colorín colorado.........


sábado, 30 de enero de 2021

LA MUÑECA ME MIRABA¡¡¡¡

 Como había niñas en la casa, por supuesto los juguetes que llegaban eran muñecas, de todos los tipos y características, grandes, pequeñas, con hermosos trajes y accesorios y/o simples y desgarbadas, bailarinas con sus hermosos atuendos; en esa oportunidad le regalaron a las niñas una hermosa muñeca Dorothy, vestida de marinero, con su sombrerito azul, su ropita de rayas, zapatos negros y medias blancas, de más de un metro de alto; como era tan grande, las niñas la colocaban en una esquina para no tropezarla, pero una vez que la olvidaban, se escuchaban gritos de sorpresa cada vez que la encontraban o la tumbaban y pum...., sendo ruido, gritos y carrera.

Así pasó un día, una semana, un mes, todos absolutamente todos con la misma circunstancia; caída, grito y carrera. Y la muñeca sonreía...parece que se burlaba de cada susto que pasábamos con ella. Las niñas la veían y lloraban: ¡llévatela!, ¡llévatela!, ¡no la quiero!, ¡no la quiero!, ¡que no me vea!, ¡que no me vea!, ¡sácala!, ¡sácala!, ¡bótala!. y así era todos los días, pero como había sido un regalo de alguien muy especial y cercano, yo no tenía corazón para botarla, y trataba  de colocarla en lugares inalcanzables a la vista para que no se toparan con ella.

Mientras estábamos en esa disyuntiva de la muñeca, le llega a las niñas el regalo de un patico: cuá cuá, de color amarillo, que decía su cuá cuá a cada rato y que con una cuerda era llevado a rodar por la casa con sus rueditas e iba pronunciando su cua cua a medida que paseaba. Un fastidioso cuá cuá, aunque daba la impresión que el patico tendría algún mecanismo de carga interna, porque por el fastidio del cuá cuá, le sacamos las pilas para que no siguiera sonando: _¡Vamos a ver si vas a seguir sonando!, ¡cállate!, que molestas y despiertas a las niñas, Con toda esta precaución, sin pilas de ningún tipo, de repente, a media noche se despertaba el cuá cuá, sólo con el aire de pasar a su lado, lo que lógicamente nos causaba impacto, sobresalto, por el silencio o la oscuridad, o levantarse lentamente para ir al baño, el patico rompía el susto con su patético cuá cuá.  Así que sin más contemplaciones, por un lado salía el patico de la casa llevado por el "Aseo Domiciliario" y por el otro era recogida toda la vestimenta de la Dorothy, la vestí, la tomé cargada y la puse en el estacionamiento del preescolar para que alguien se la llevara.  Como a la hora de haber consumado su expulsión, me acerqué a ver, y ya no estaba, había sido adoptada por otra familia, que probablemente si la iba a estimar. Del patico ni se diga, había que abrirlo para destruir el mecanismo del cuá cuá.



viernes, 29 de enero de 2021

EL TORNEO

 Los nietos estaban pequeños, una de 4, y dos de 2 años, hembra y varón. No podíamos  descuidarnos con estos dos porque inventaban demasiado, siempre con la creatividad de Gabi. Lo cierto es que un día me fui a descansar, en el día, luego que me quedo dormida, las dos criaturas abrieron la puerta de mi cuarto, viéndome dormida se montaron en mi cama, tomaron el pote de  talco, le dieron vuelta para abrirlo, y me imagino que Gabi fue la que inauguró el torneo;  yo no me desperté porque estaban en silencio, detrás de mí, cuando ella soltaba el talco lo agarraba él, así fue pasando el tiempo. Es verdad que yo estaba bien dormida, aunque me venían ráfagas de olores de talco, no le ponía cuidado, no me importaba y seguía en mi descanso, en mi sabrosa cama, volteada dándole la espalda a los niños, efectuando el torneo: Premio al que haya quedado más entalcado.

¡Me despierto sobresaltada!, cuando la madre de Gabo, pega un grito: ¡Mamá!, ¿cómo no te has dado cuenta de lo que hacen estos niños?. Fue tanto el susto que me tiré de la cama, de casualidad no caí al piso o me morí de un ataque cardíaco.

¿De qué?, ¡qué sé yo!, cuando los veo, mi cama totalmente entalcada, mi espalda entalcada, la pared, y los niños parecían unos animalitos extraños, la cabeza completamente blanca, la cara, toda la ropa, sólo se les veía el iris, porque todo era blanco talco: _Con razón olía a talco, aunque no lo enlacé a ninguna idea y jamás pensé que estas dos criaturitas iban a estar silenciosamente bañándose en talco amparados por mi espalda. Hoy día 29 de enero de 2021, las tremenduras no han cesado. Como dice el dicho: "todo lo que sube baja"

Por fuera había gente adulta y la bebé de cuatro años, quienes no se percataron de lo que estaban haciendo los niños. No hay fotos, porque las perdí en otra computadora, ya que lo primero que hice fue levantarme, tomar el celular y......... flash.........flash.....................

jueves, 28 de enero de 2021

EL LATIGAZO

Un día iba en mi carrito a entregar en Los Teques una proposición de becas de la comunidad  Mercedes Rasco, de regreso tuve un accidente de tránsito, y la única persona, aparentemente que quedó completa fuí yo, y la hija mía de cinco años quedó con sendos vidrios uno en cada ojo, los cuales se sacó ella misma: en la actualidad no hay problemas extras en su visión. En ese día sufrí el síndrome del latigazo, que consiste en la flexión y extensión brusca y excesiva del cuello. Recuerdo que llegué al hospital de Coche, conversando sobre lo acontecido con el chofer que nos llevó, porque la ambulancia se había  accidentado; como bien me dijo el chofer:_Señora yo la llevo a Ud., porque Ud. está conversando, Ud., está consciente, está despierta.

Así llegamos al hospital y una enfermera me salió al encuentro, abrazándome me preguntó, qué me había pasado. Entramos, no había cama disponible, me acostaron, no sé dónde, desde allí contemplaba a mi hija y ví que se la llevó una enfermera frente a mí. Le dieron pollo y comió y comió, serían los nervios, estaba muerta de hambre, mientras, yo estaba en mi camilla, me dormía, me despertaba y preguntaba por ella, siempre pensando que me la podían robar; enfermera que pasaba me decía dónde estaba y lo que estaba haciendo: _No te preocupes, que está bien, está comiendo y tiene mucha hambre. _ Ok. Gracias. Yo me puse como el cuento del zancudo que lo encierran en el congelador y repetía: No me voy a congelar, no me voy a congelar, no me voy a congelar; así estaba yo: No me voy a morir, no me voy a morir, no me voy a morir y así era como me mantenía activa y pendiente de mi hija en manos extrañas.

Bueno al cabo de un rato ya estaba acompañada de familiares y amigos, y despierta. Sé que me pusieron una especie de collarín, hecho de  varios metros de gasa  con que me enrollaron  el cuello; pero yo nunca dejaré de ser quien soy, le dije a mi hermano: _Vamos para el baño, quítame esto que me está asfixiando, caminando con mis tacones Luis XV, nos fuimos al baño y empecé a dar vueltas para que él desenrollara mi cuello. (Sé, que fue una ignorancia total, no sabía lo que hacía). Luego de desenrollar aquellos metros de gasa, puse mi puño en el cuello y él empezó a enrollar otra vez; cuando terminó, subí y bajé la cabeza, suspirando dije: _ Así está bien, muy bien, puedo subir y bajar la cabeza.

Acto seguido me sacaron para mi casa. Me fuí con mi ignorancia a cuestas. La cabeza estaba sobre el cuello, como cuando uno le pone la cabeza a un muñeco roto de  cerámica, mal puesta. Así pasé una semana hasta que una prima (Migue) me consiguió una cita con un traumatólogo, y el medico al verme me dijo que me iba a hospitalizar, porque tenía el cuello roto, estaban  comprometidas las vértebras desde la 4 hasta la 7 inclusive, la médula estaba doblada como al doblar un dedo, lo sentí mucho porque nunca he sentido afecto por hospitales,  medicina, médicos, le tengo miedo. Me fuí al hospital Pérez Carreño de Caracas, me acostaron en una cama de hospital y mandé que me subieran el torso, llegó la enfermera y la bajó para ponerme recta, se fue la enfermera y mandé que la subieran para quedar sentada, llegó otra enfermera y la bajó: Una eterna lucha. Llegó el médico y me llevaron a una habitación donde un trepanador de huesos me abrió sendos huecos en cada sien, por donde metieron unos tornillos y empezaron con algún kilo de hierro para que con el peso se fuera estirando el cuello, hasta que el día 25, llevaba la cuenta, día tras día; el cuello me traqueó, me agarré las manos y se lo dije al médico de guardia. Me felicitó  y me dijo que ahora tendría que ponerme una "minerva". Empecé a ubicar en las salas a ver quién tenía puesta una minerva, para conocer qué era eso. Se me presentó un hombre con una minerva y enseguida dije: _ Yo no me voy a poner eso, será para  que me muera con la tensión.

A la mañana siguiente me llevaron a la sala de yeso, le pregunté qué iban a hacer, que yo no me iba a poner una minerva, que debía haber algún aparato que no fuera de la edad media  y que surtiera el mismo efecto, (pero eso era aterrorizada, imagínense como gritaría), me llevaron otra vez a mi sala, me dieron un récipe para comprar un tal Corset de Taylor, que no se consiguió y Jazmín me compró otro, que me sostenía la quijada y la cabeza atrás, llegaba hasta la cintura, para usarlo durante seis meses, después usaría por tres meses más un collarín. Al día siguiente de usar el corset, me levanté bien temprano, me puse a caminar por los pasillos agarrándome de las paredes, me devolvía, llegaba hasta la habitación y continuaba mi paseo por otro lado, hasta las 8 am que hacía revisión el médico encargado, yo estaba recién acostada, el médico llegó con dos enfermeras y me dijo: _ Hoy te vamos a levantar de la cama; agárrenla, que no se caiga, puede tener debilidad en las piernas, o sentir mareo, cualquier cosa que sientas me lo dices para suspender de ipsofacto la levantada. 

Primero me sentaron: _¿Cómo te sientes? -Bien; ahora lentamente te vas a ir levantando: ¿Cómo te sientes? -Bien. Baja el escalón: ¿Cómo estás? _Bien 

Te puedes quedar sentada en la cama agarrándote de los barrotes, eso hice y mañana te llevaremos a caminar ?? Nunca se enteraron estos seres humanitarios lo que yo había hecho....

Cuando salí de ese tratamiento de belleza, quedé derechita, parecía una miss, recibía muchos piropos por eso y por lo tanto explicaba cómo había sido el tratamiento. Desde aqui, en mi escritorio, escribiendo, debo seguir agradeciendo y enviando bendiciones, muchas bendiciones a todos los que colaboraron para que yo haya llegado a esta edad en estas buenas condiciones, desde familiares, enfermeras, médicos, mi comadre que en paz descanse. . Mi cervical nunca ha molestado, la cuido mucho; si sé que tengo un trabajo donde voy a mantener agachada la cabeza me pongo el collarín, duermo boca arriba y en una silla me siento recta.

 


miércoles, 27 de enero de 2021

EN LA GUAIRA

 En una oportunidad me fuí a La Guaira, con mi hija Mai, nos fuimos en mi carrito, era creo que la primera vez que me iba a quedar a dormir allá; ella estaba pequeña, pero no recuerdo bien los detalles. La población de entrada a Venezuela,es La Guaira, allí está el aeropuerto Internacional Simón Bolívar, allí está el Puerto de La Guaira y es la entrada del comercio mundial, hasta que cierto presidente de una potencia, nos congeló toda entrada de productos para nuestra subsistencia. También podemos encontrar numerosas playas, que son la delicia de chicos y grandes, numerosos hoteles y toda clase de diversiones; hoy La Guaira está realmente remodelada, y hasta el nombre se le ha cambiado, ahora se llama Estado Vargas en honor al Doctor José María Vargas, un ilustre venezolano.
Continuando con la historia de mi mundo que traigo a colación, esa noche nos quedamos en una misma cama las dos,  cada quien arropada con una sábana diferente. A media noche nos despertamos al mismo tiempo, yo sentí que me habían levantado la sábana y me había dado frío, mucho frío, pero analizando lo que pasó, fue que sentí un escalofrío muy intenso, de la cabeza a los pies, un escalofrío pesado; mi hija al mismo tiempo me dice: _¡Mamá abrázame que tengo miedo!. _¡Si!, yo también tengo miedo. Y nos quedamos abrazadas las dos hasta que nos quedamos dormidas y llegó la claridad del día.

Al día siguiente, me levanté bien temprano, y mi criaturita se había quedado durmiendo por el trasnocho, me encuentro a mi prima Rosa en la cocina y le comento lo que nos sucedió en la noche y ella me contó lo siguiente: _"Yo me levanté al baño y pasando por aquí, por la cocina, observo a un hombre de sombrero y abrigo negro, largo, parado en la ventana mirando para el cuarto, específicamente mirando  la cama de ustedes dos.....que me asustó muchísimo, porque es la primera vez que lo veo en mi casa"


Hoy, 27 de enero de 2021, cuando la situación con la pandemia está en condiciones críticas en el mundo, no hemos ido más a la playa, no tenemos contacto con nuestros familiares; en Venezuela, en Ocumare donde yo vivo, estamos cubiertos, resguardados, en mi comunidad han salido muy pocos infestados, aunque siempre existe personas que sino hubiera sido porque tienen comunicación con el exterior, seguirían negando la existencia del virus y su reproducción o nuevas cepas. Hasta los momentos estamos benditos.
Cuídense, 
     Usen el tapaboca, 
           Tengan cuidado con el aerosol.

              Los mayores, no acepten                             cualquier vacuna

martes, 26 de enero de 2021

DINÁMICAS DE TEATRO


 Cuando estuve en la Casa de la Cultura o Ateneo José Félix Ribas, participé en algunas actividades que contribuyeron con mi formación: Taller de Dirección Teatral, Taller de Cuentacuentos con el profesor Jesús Belisario en el 1996, participación en diversas actividades teatrales y dinámicas que contribuyó todo el compendio a darme gusto cada vez que hacíamos teatro al público.

De las dinámicas del 11-02-99 extraigo los siguiente:

- Tocarse el diafragma

Respiración: 

- Respirar contando hasta 5

- Retener contando hasta 5

- Expulsar contando hasta 5

- Descansar

- Después contar hasta 10

- Luego hasta 15, 20, 25

- Con esto se va aumentando el volumen de los pulmones.

MEMORIA

 - Decir cada persona un número y un animal

- Repetir todo todos, uno por uno

- Ejemplo:

1 caballo  8 jirafa   3 loro  6 león  5 escorpión

☺                ☺             ☺        ☺           

 1                   2               3         4            5

- Cambiar de sitio y decir el número-producto de la persona del sitio anterior  y repetir todos los números-productos de los demás.

- Hacer un círculo, de espaldas y decir el número-producto de los demás, en orden

PRONUNCIACIÓN

- Decir los números del 1 al 10, pronunciando correctamente

ENTONACIÓN

- Contar un chisme con el número 5

- Recibirlo y contárselo a otro, con mucha mímica y fuerza de voz

- Contar un chisme con un número y  un producto

- Recibirlo y entregar a otro con otro número y otro producto

8 pan ☺......8pan...3cotufa ☺..... 3cotufa...5arepa


LECTURA DRAMATIZADA

-Leer en voz alta, con buen timbre, dicción y entonación

- Responder al momento leído, con emoción y sentimiento

- Atender a los signos de puntuación: punto, coma, admiración, interrogación, paréntesis....

- Elaborar un cuento, de dos cuartillas

- Usar pintadedos 

Después de terminar el taller elaboramos el cuento, fuimos a una escuela y divertimos a los niños con las contadoras de cuentos.


En fin todo muy bueno, Después trabajamos en pequeñas obras o resúmenes de obras teatrales, donde teníamos que escoger a nuestros actores, ensayarlos y presentarlos, yo escogí a tres personas y once directores me escogieron a mí, eso fue chistoso, primero para aprenderme once parlamentos para el mismo dia y luego once vestuarios, que me los puse uno arriba de otro en orden de aparición. Muy bueno, nos divertimos mucho, sobre todo cuando vestida de bruja me puse los guantes al revés y las uñas me quedaron en la yema de los dedos. juas juas juas


Para concluir el año participamos en el I Festival de Monólogos de los Valles del Tuy, y para asistir la Jefa de Distrito me dio el permiso, desde el lunes 21 de octubre hasta el domingo 3 de noviembre de 1996, dos días antes de mi cumpleaños, ahí participé con el monólogo "A mi manera", el miércoles 30 de octubre, a las 7:30 pm, con el grupo teatral "Des Del Tuy", escritoras Soledad Castro, Josefina Barreto, director: Alexander Vilanova, pero no pudo asistir y quedó de representante Luis Graterol, por el municipio Tomás Lander; para este evento teatral participaron 18 agrupaciones teatrales de tres municipios; Urdaneta, Independencia y Lander con 18 actores. Soledad y yo obtuvimos una placa como "mejor texto inédito", y por la representación la gente me felicitaba por ser la ganadora, pero hubo diplomas fue de participación. Bonitos momentos de disfrute, del que tenemos que despedirnos, porque son tiempos que no volverán, Por esto y por muchas cosas más; "confieso que he vivido": Pablo Neruda



lunes, 25 de enero de 2021

MADRE NUEVA

 



Yo trabajaba en una población en plena carretera nacional de Barlovento; enfrente de esa población, cruzando la carretera, había otra que se llamaba comunidad de "Madre Nueva", gente trabajadora del cacao, banano, agricultura, etc la que nunca visité.

Mientras vivía en Caracas, introduje mis documentos en el Instituto Nacional de la Vivienda, buscando una casa en Ocumare, ya que no quería seguir con esa viajadera cada quince días para ir a cobrar: cuyo periplo esa así: Caracas, Ocumare, Barlovento. Debía llevar las planillas elaboradas al banco, devolverme a Barlovento, entregar el sueldo (creo que 200,00Bs, no recuerdo), obtener la firma, devolverme a Ocumare, siempre llegando a Caracas, las dos veces; hasta que se me prendió el bombillo y decidí hacer la firma de la colega acompañante para entregar la documentación o recibo del sueldo. Con esto me ahorraba dos viajes: Desde Barlovento iba a Ocumare, recibía el dinero, firmaba, entregaba los documentos y me devolvía a Barlovento, listo, libre, nunca se presentó ningún problema, ninguna pérdida de dinero, ni un reclamo, todo bien. 

A los quince días de haber hecho la petición de vivienda, ya me habían asignado una vivienda en Ocumare, una urbanización recién inaugurada denominada Cristóbal Rojas, o Pájaro Negro,o Parosca, o San Diego de Alcalá, por cualquier nombre de estos se podía ubicar.


Entre cuentos de vecinos escuché que aquí en Ocumare había una comunidad que se llamaba también "Madre Nueva", que quedaba por la vuelta del Calvario, nombre igual a la de Barlovento, pero con malicia.

Una de esas veces, llegando al terminal del "Nuevo Circo de Caracas", un muchacho se me acerca y me ofrece un reloj, muy bonito, por buen precio y le dije que se lo compraría, que iba a Ocumare a cobrar y que de regreso lo haría. El muchacho me dijo que si quería comprar el reloj, que podía comprarlo en Ocumare en un lugar llamado "Madre Nueva", le dije Ok. No se me olvidó el nombre porque ya lo había escuchado. Los "Por puesto" de Ocumare nos llevaban hasta el lugar a donde íbamos y cobraban cinco bolívares desde Caracas; en ese carro le pregunté al chofer que dónde quedaba "Madre Nueva"; él, sin ningún tipo de discreción, se volteó para verme la cara y los pies; con mi cara de extrañeza le volví a preguntar y me respondió con la cabeza un no.. no.. no. Ya, no pregunté más, porque veía que no quería contestar, ignorando yo el motivo, pero no pensé nada malo.

La siguiente vez que fuí a cobrar mi sueldo, le volví a preguntar, con mi voz meliflua de muchachita, pero a otro chofer:_ Señor, dónde queda "Madre Nueva"?, el hombre me miró por el espejo, volteó a esculcarme, me volvió a mirar por el espejo y me respondió: Señorita, cuando uno tiene un pasajero que va para "Madre Nueva", lo lleva de último. _Por qué?, es un lugar de contrabando? me contestaba yo misma, _No, es un lugar  de prostitución y contrabando. ¡Ay! Señor, lo que yo iba a comprar en "Madre Nueva", era un relej que un muchacho me ofreció en el "Nuevo Circo", y esa fue la dirección que me dio.

Después de ésto, avergonzada, más nunca se me ocurrió seguir preguntando por "Madre Nueva", pero me reí mucho contando esa historia y todos riéndose también de mis costillas.

Claro, esta belleza, delgada, de pelo largo, negro casi a la cintura, sin una arruga, el chofer tenía que observarme......¡¡¡¡¡¡