jueves, 17 de junio de 2021

Y ME LOS HICE¡¡¡!!!

 
En una oportunidad leí que en Ocumare estaban dictando unos talleres sobre hacer zapatos y tenían una tienda para vender todos los recursos necesarios para su elaboración, el taller me interesó, pero no tenía ganas de sentarme a realizar, ni a escuchar a alguien hablando o dando un discurso referente a la utilidad de los zapatos, o del taller y decidí simplemente, ir a la tienda a "mirar".   Escuché a una alumna del taller preguntarle a la dependienta sobre los materiales que debería comprar para hacer los zapatos y ella le fue diciendo y despachando; yo, mientras tanto, seguía caminando y grabando. Cuando la clienta salió, la señora me preguntó sobre lo que quería yo comprar y sin más preámbulos le dije que me despachara lo mismo que se había llevado la joven anterior. Ese día me compré cintas de semicuero, ganchos varios, capella de diferentes colores, tachuelas, tacones, tapitas, suela, saca-tachuelas, pega de zapatero, una horma de madera, número 35-36 que todavía anda por ahí, el cuchillo para untar la pega, un martillo, y no recuerdo más.

Con ese material elaboré siete pares de zapatos, compré en Caracas unos bellos medallones de cerámica y preparé unos zapatos exóticos de color amarillo, había uno con un tejido para la pierna. La gente me preguntaba que dónde los había comprado, que si de las Antillas me los habían enviado y alguno que otro interrogatorio por ese estilo. Total que un día me dispongo a viajar a Caracas al Instituto Profesional del Magisterio en Sebucán con mis flamantes zapatos, pero no contaba con que los zapatos requieren de un buen peso para que la pega, ¡NO SE DESPEGUE!,y cayó un tremendo aguacero, pues yo iba caminando por la acera buscando por donde no corriera agua y atormentada, hablando en voz alta, que un muchacho que estaba sentado en un camión de copiloto, me preguntó: -¿Qué te pasa?

Y yo casi llorando le contesté: -Los zapatos se me están despegando, y casi no puedo caminar.

El remedio fue conseguir un zapatero para que me claveteara los zapatos, y punto final, más nunca me hice un zapato.

Pero en la escuela, le decía a los niños cómo elaborar unos zapatos y los elaborábamos de cartón para realizar una buenas exposiciones de vistosos zapatos.

miércoles, 16 de junio de 2021

MI MUÑECA ROTA


No recuerdo muñecas en mi vida, lo que si recuerdo es que nos aplicaban el hecho de que si no "nos portábamos bien" el Niño Jesús no vendría en Navidad, lo verdadero era que al Niño Jesús, siempre se le olvidaba nuestra dirección, o por lo menos la mía, que tengo tantos recuerdos de mi niñez y no recuerdo los de la "feliz Navidad". 

En una oportunidad el Niño Jesús me había traido un muñeco sin ropa y mi mamá se dedicó a coserle un trajecito, con la máquina, escandalosa, Singer que le servía de sustento, al lado de mí cama, yo abrí los ojos miré al muñeco y me volví a quedar dormida. En realidad no recuerdo ese muñeco, pero tengo una muñeca muy especial, que según escuché había sido recogida de un basurero, toda empantanada, con un hueco en la frente; creo que la amaba muchísimo y le tenía mucha lástima por la historia tan dolorosa que traía, porque recuerdo que yo le decía: _Conmigo vas a ser feliz, porque nadie, nadie te va volver a romper la cabeza otra vez. 

Esa muñeca era tan especial que tenía un lindo vestido azul de tachones y hasta tengo una foto con ella, creo que de la edad de seis años, con un libro y la muñeca al lado. 

A mi me faltó muñecas, pero libros, periódicos y revistas sí tenía y recuerdo a una vecina colombiana que me llevaba a su casa a que practicara la lectura, buscaba una revista Selecciones, escogía un relato cualquiera y me lo daba, con el intercambio de unos macarrones fritos en mantequilla y cebolla, al que le agregaba al final queso parmesano y me lo servía en un plato de postre, por supuesto yo a saborear lo que me había ganado, aunque le hacía trampas con la lectura.

Pero ya me salí....continuemos con el relato: Esta es otra de las costumbres de nosotros los venezolanos, la llegada o venida del Niño Jesús el 24 de diciembre. A los lugares a donde no se presenta es porque no puede pasar, dicen muchas groserías, o consumo de sustancias maléficas, tiene muchas piedras el camino, o hay pantano, basura, o mucha vegetación con bichos que pican; pero a todos los amantes de las varitas mágicas, nos encanta entablar ese tipo de conversación con un niño:

-¡Hola mi amor!

-Hola

-¿Qué te trajo el Niño Jesús?

--¡Me trajo este carrito! ¡Y mira lo que hace!

-¡Y a mí me trajo esta muñeca1 ¿Y mira como salta!

O empieza a divagar sobre la felicidad que tiene por lo que el juguete hace o deja de hacer, y es bonita esa comunicación, porque es la expresión de un niño sobre el premio que ha tenido por haberse portado bien ese año, o haber sacado buenas notas, o aprendió a leer, o   memorizado la tabla de multiplicar y aunque se hubiera portado requete mal, pues para que haga el intento de portarse bien en el año venidero.


Cuando un niño, por lo menos a mí como maestra, me pregunta o me explica esa situación, me da dolor que a ese niño le arranquen su inocencia o su fuente de ilusiones, su alegría para la época de Navidad, y tenga que comportarse como uno más de la manada, cuando está observando y oyendo, al máximo de infantes como él, que esperan al Niño Jesús. 

En resumen, cada uno de los jefes de familia hace con su vida un saco y se mete dentro, el problema es que meta dentro de ese saco, también, las ilusiones de sus hijos.  



martes, 15 de junio de 2021

CARTA RECUPERADA

...............


Con rabia, sentada en su escritorio, había terminado de escribir aquellas líneas y sin preocupación la envió, y todos sabemos lo que una rabia puede expresar. 

Luego, arrepentimiento total...y decidida a recuperarla, vivió este drama:

...Llevaba, temblando, la tijera en las manos; escuchó el pestillo de la puerta cuando movió su engranaje, avanzó, sintió una suave brisa en el rostro que alborotó su larga cabellera, un breve tirón, le hizo reaccionar de inmediato. 

Sangre cálida corriendo libre por su frente, cortó rápidamente el mechón atrapado entre las aspas y siguió.... había dolor, ¿Por su piel arrancada?, ¡No!  ¿Por las heridas de sus manos sucias y uñas partidas? ¡Tampoco!, ¿Por el miedo apretujando el corazón?, Quizás ???; adelantó sus pasos en la habitación y pudo  contemplar  bolsas de mezclilla amontonadas en el piso, amarradas con hilos de nylon; empezó a vaciarlas, el corazón le retumbaba en las sienes, las manos tenían una danza frenética, incontrolable, el movimiento del tren las hacía volar por los aires. 


Buscaba… buscaba… una carta con rayones, miraba hacia todos lados. -¡Ahí está!, Su respiración agitada le impedía agarrarla con precisión, ¡romperla! El tren saltó, la tijera y la carta se escaparon. 

Con el pánico reflejado en el rostro, se lanza en su búsqueda, se le esCapa de entre los dedos, la atrapa, respira hondo, la arruga, cruza los brazos con un miedo incontrolable, la lleva a su cara, queda marcado un rastro de sucia humedad rojiza. En esa posición de Dolorosa, no se atrevió a abrirla, a ver si estaba completa, volteó con zozobra y una imagen en el espejo le produjo náuseas, sintió asco por esa extraña......y sendas lágrimas cayeron en su pecho, pero ¡Oh no!. .........  


lunes, 14 de junio de 2021

COSTUMBRES

 Nosotros los venezolanos tenemos muy buenas costumbres que nos han hecho ser un pueblo sano, en muchos aspectos; nos hemos acostumbrado a disfrutar de un empleo fijo al que asistimos responsablemente todos los días, llegando antes de la hora de entrada, cumplir con todas las actividades inherentes al cargo, nos hemos acostumbrado a contar con un vehículo que nos lleve y nos traiga; en caso de no poseer un vehículo propio, contamos con un "por puesto", o en su defecto "un taxi"; nos acostumbramos a reunirnos después del cobro de la quincena a almorzar en un buen restaurant o algunos a degustar de unas bebidas espirituosas, aunque muy poco espirituales. Nos acostumbramos a tener una nevera con suficiente comida, sin excesos y productos vegetales, en una cocina con ollas limpias y brillantes, tan satisfactorio para nosotras las mujeres; a comernos la arepa diaria, con queso, mantequilla, jamón, queso amarillo, aguacate, queso rallado, caraotas, el cafecito diario, la avena o maicina en la noche, y por supuesto nuestras queridas caraotas.

nos acostumbramos a tener un piso brillante, sea del material que fuere: cemento, terracota, baldosas, vinil, madera, granito, mármol, recuerdo que de pequeña se hacía como juego para pulir los pisos, se tomaba una tela gruesa y las jóvenes más grandes rodaban a los mas pequeños por todo el piso, con cera de vela y kerosene, haciendo la función que haría la pulidora. Nos acostumbramos a ir a las ferias anuales que llegan a nuestras comunidades, a viajar a otros lugares, con otra temperatura, a ir a la playa regularmente o a una piscina, si tenemos agua corriente, nos vamos al río, a preparar un buen hervido de res con bastante verdura, casabe y  refrescos, acompañado de un juego de dominó o de bolas criollas, o pelota. Acompañar a nuestros niños a la escuela e ir a buscarlos, y hacer que participen en las actividades folklóricas de la escuela.

Nos acostumbramos a celebrar todos los cumpleaños, aún en los momentos más álgidos no hemos dejado de cantar "cumpleaño feliz", compuesta por Luis Cruz y cantada por Emilio Arvelo, quien falleció recientemente y quien la popularizó en Venezuela y el mundo, con la impresión de que es como un himno venezolano a "la felicidad de un año más", con la convicción de que todos los que vivimos en este suelo nos la sabemos, lo que me inclina a opinar, que no puede ninguna religión eliminar una tradición venezolana placentera y formativa como es la reunión de la familia en torno a uno de sus miembros. He tomado estas costumbres  con pinzas ya que existen las individualidades y cada individuo se acostumbra a sus propios beneficios de acuerdo con las facilidades que tenga. A ir a la peluquería regularmente, nos acostumbramos a usar tacones a diario para ir a trabajar y andar perfumadas con olores exquisitos.

En fin, hay muchos espacios de convivencia a que necesariamente tenemos que adaptarnos en este modernismo o finales de mundo que nos tocó ser sorprendidos.

 


domingo, 13 de junio de 2021

MARIPOSITA

Esta poesía la escribió Hernán Valera Saavedra para una niña y dice así:



Mariposita 

de alas azules

y ojitos rojos

                 Que con las flores 

estás jugando

Vente conmigo

Mi Lulú quiere 

que vengas pronto

para jugar

Yo también quiero 

mariposita

de ojitos rojos

jugar contigo.

Jugando y cantando

seremos felices

ven mariposita

de alitas azules

no llores Lulú

no llores chiquita

que pronto vendrá

la mariposita.

Las tres jugaremos

el más lindo juego

tú, mariposita

danzarás volando

mientras que nosotras

te vamos cantando.


sábado, 12 de junio de 2021

A COMER MANGOS, ¡ES UNA ORDEN!


 Y llegaron los mangos....

Nos trajeron su dulzura, su sabor tropical en cada variedad que hemos probado; el primer día de comilona de mangos, una amiga  nos llamó:-Vengan a buscar mango. Más rápido que inmediatamente, buscamos el bolso y nos fuimos Victoria y yo, hasta el cruce de la esquina, donde la señora Graciela nos llenó el bolso con el mango de jardín, que es un mango del tamaño del puño de una mano, amarillitos, redonditos con bastante carne. Al día siguiente, igual, estuvimos casi la semana completa buscando mangos de esa variedad y comiéndonos una bolsa diaria.

En esos mismos días, una exalumna me lanzó al jardín una bolsita con mangos y topocho filipino que rinde bastante por lo gordo que es.


Luego realizamos un trabajo de inscripción de unas niñas en el OPSU, que son las oportunidades de estudio para el sector universitario y nos trajeron como cancelación del servicio un bolso de mango hilacha, que es un mango muy sabroso y una piña grande con la que hicimos una torta. 



Luego, a los días se acercó a la casa un exalumno para comprar casabe, al rato oigo que me llaman otra vez y era que me traía un aguacate del tamaño de una cuarta y otro poco de mangos redondos, grandes para hacer jugo, creo que es mango-piña.


Un señor que me había quedado debiendo una parte del dinero del casabe, me dijo que estaba avergonzado, que por la tardanza, aceptara tres aguacates de su mata, más el dinero que debía.


Al día siguiente me llegó una representante del preescolar, pidiendo auxilio para el proyecto de siembra de su hijo, y por delante traía una bolsa de mangos de injerto, ¡que sabrosos!., que se parecen mucho al mango "pico de loro", no sé si será el mismo.

Y limpiando la cocina encontré una bolsa con cuatro lechosas verdes para hacer dulce, el tradicional dulce de lechosa venezolano y una bolsa de mango salado, que ni la perrita quiso.


Pero como los mangos son para todos los gustos, los mangos salados tienen su fans, se los comen con sal, adobo y demás condimentos de la cocina. También hay quien se lo come frito como plátano y dicen que sabe a plátano.

Esto quiere decir, que podemos sustentarnos o mantenernos de la  agricultura familiar, saber lo que comemos, lo llamaban antes el conuco, pero como los nuestros son espacios muy pequeños,  los tenemos que adecuar a nuestras necesidades, y en mi comunidad, todos están sembrando a excepción de los edificios que la oportunidad que tienen de sembrar es en macetas, y eso para plantas que no tengan mucho peso.

Por ejemplo en mi casa tenemos lechosa, plátano o cambur, tody, espinaca, auyama, limón, pira, tamarindo, batata, ocumo, pimentón, y plantas medicinales como Caña la India, Cucaracha, Orégano, Toronjil, Jazmín Azahar, Yuquilla, y otras cuyo nombre no alcanzo; ya que siempre me cuidé de no cubrir con cemento todo el espacio, sino que dejé el jardín en el frente y en la parte posterior con vegetación.

No es mucho el espacio pero se le ha sacado provecho y he podido intercambiar o regalar, para agradar. 



viernes, 11 de junio de 2021

BOLETA ESCOLAR

 Esta poesía titulada "Boleta Escolar" es de Blanca Graciela de Caballero

Mi niña quiere una nota

en la boleta escolar

y para que ella se alegre

la voy a calificar.


Su conducta que es amor

merece veinte besitos

porque ella es buena

muy buena

y se parece una flor

En aplicación, lo mismo

y le doy veinte canciones

porque siendo tan chiquita

se aprendió bien un poema

que le hice a su carita.

Y en aseo, no se diga

es tan limpia y cuidadosa

que por nota le pondré

veinte botones de rosa.


(Puedes apoyarme, dando click al anuncio de abajo. Gracias)